Impacto de la gripe aviar en la región suma más de 8 mil animales marinos muertos
VIRUS. La zona mantiene tendencia al alza en mortandad de fauna asociada a esta emergencia.
La evolución hoy más inadvertida del impacto de la influenza aviar, debido a que esta emergencia ambiental se mantiene en apariencia en segundo plano ante otras contingencias, contrasta en la práctica con el continuo aumento de animales varados muertos.
A la expansión del potente virus (H5N1) que causa esta enfermedad se agrega hoy la presencia del fenómeno de El Niño, que amenaza con agudizar la muerte de distintas especies. Según expertos, esta condición climática al aumentar la temperatura de las aguas disminuye la cantidad de alimentos y nutrientes que permiten la subsistencia de la fauna marina al alterar la llamada cadena trófica.
De acuerdo a registros del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), desde febrero al 6 de octubre pasado se registra un total de 21.819 animales muertos por causas atribuibles a la influenza aviar a nivel país. Este catastro lo encabeza la Región de Antofagasta (8.373), seguida de las regiones de Arica y Parinacota (5.266), Atacama (2.905), Coquimbo (2.005) y Tarapacá (1.937).
Desde Sernapesca, recientemente detallaron las proyecciones sobre las condiciones climáticas en zonas costeras. "Hay un 95% de probabilidades de que el evento Fenómeno de El Niño se extienda entre diciembre de 2023 y la temporada estival de 2024 en todo el hemisferio sur. En Chile, se ha apreciado un aumento de la temperatura del mar en 1,5°C por sobre el promedio en las costas de la zona norte", detalla un reporte de la entidad, que cita un análisis del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP).
Un panorama que alerta por el eventual aumento de mortandad debido al proyectado impacto en la subsistencia de distintas especies marinas. "Según lo indicado por el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) basado en el panel de diagnóstico de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) y los modelos de pronóstico, El Niño se intensificará en los meses de primavera, proyectándose hasta inicios del verano en el hemisferio sur lo que podría generar, entre otros, que los cardúmenes de peces se desplacen a otras zonas, o que por falta de oxígeno varen especies pelágicas, también que se originen floraciones algales nocivas (FAN), las que a su vez pueden gatillar mortalidades de recursos pesqueros y acuícolas de forma masiva", había alertado en agosto pasado la directora nacional de Sernapesca, Soledad Tapia.
De acuerdo a los datos de Sernapesca, hasta el 6 de octubre pasado en la Región de Antofagasta el listado de animales marinos varados muertos lo encabeza la especie de lobo marino común (7.969). Luego sigue el pingüino de Humboldt (397), chungungo (1), marsopa espinosa (5) y delfín chileno (1). En mayo pasado esta entidad reportaba un total de 1.308 animales marinos varados muertos relacionados a influenza aviar en la región.
Según expertos, los registros de fauna muerta asociada a influenza aviar representarían solo una aproximación de las especies afectadas por la imposibilidad de catastrar los vastos sectores costeros.
Zonas de alimentación
Para Carlos Guerra-Correa, doctor en Biología y director del Centro Regional de Estudios y Educación Ambiental de la Universidad de Antofagasta, en la alta incidencia de casos registrados en la Región de Antofagasta también podría incidir un eventual mayor despliegue de Sernapesca regional para identificar las especies afectadas. "Hay que considerar una variable, que es el esfuerzo que tiene cada región, o cada zona costera del país, para detectar animales muertos. Aquí, entonces, puede que haya algo de eso. Un mayor esfuerzo en recorrer las costas y en contabilizar las especies. Esa podría ser una situación que nos hace aparecer con muchos más casos, porque no tenemos como dilucidar eso a menos que Sernapesca diga que se está aplicando en todo Chile el mismo método y el mismo esfuerzo de muestreo. Ahora desde el punto de vista ecológico, claro, en la región tenemos zonas de surgencias muy importantes. Por eso tenemos altas concentraciones de fauna, de lobos marinos y de aves en todo el norte de Chile. Antofagasta tiene zonas de surgencia bastante ricas; quizás, eso puede explicar que en la zona de Antofagasta hay poblaciones más grandes, con mayor cantidad de individuos que en otras regiones", explica Guerra-Correa la incidencia de la denominada surgencia, considerada como masas de agua que contienen mayor cantidad de nutrientes que favorecen la subsistencia de las poblaciones marinas.
Esta misma condición, en tanto, se evalúa como eventual causa de mayores contagios por influenza aviar, debido a zonas comunes de alimentación para un alto número de especies. "Cuando hablamos de mecanismo de contagio, los animales comen en el mismo lugar, se agrupan normalmente en la zona donde hay más alta productividad y que están asociados a la zona de surgencia. Habiendo una zona de surgencia poderosa, entonces, vamos a tener animales que están más cercanos a esa zona donde se produce una mayor disponibilidad de alimentos. Eso en tiempos normales, pero cuando empieza a decrecer el alimento allí aparece el otro fenómeno, porque son los dos factores que hay que ir conjugando", añade Guerra-Correa, también director del Centro Regional de Estudios y Educación Ambiental de la Universidad de Antofagasta.