Cristián Venegas M.
Una inminente crisis del cobre se prevé para 2030, con un déficit anual que alcanzaría las 5 millones de toneladas, así lo dio a conocer una publicación reciente de la reconocida consultora KPMG, un estudio "aleccionador", sostiene el director global de Molienda de ABB, uno de los líderes globales en tecnologías de electrificación y automatización, Wilson Monteiro, quien enfatiza que "el mundo debe correr para producir el cobre necesario para el futuro".
El ingeniero eléctrico, experto en automatización, explica que "este alarmante pronóstico se debe a un aumento insuperable de la demanda de cobre, impulsado principalmente por el crecimiento exponencial de los vehículos eléctricos y una miríada de otras aplicaciones, que superan las capacidades de producción actuales".
Además, complementando este estudio, detalla que la Asociación Internacional del Cobre (ICA) ha informado que la demanda de cobre refinado, impulsada por los esfuerzos globales de descarbonización, casi se triplicará para el 2050 en comparación con los niveles de producción de 2020. "En concreto, se prevé que aumente de los 20 millones de toneladas producidas en 2020 a unos 57 millones de toneladas estimados", advierte.
Entre 20 a 30%
Monteiro, explica que "para comprender la importancia de estos hallazgos, resulta evidente que, según estos estudios, el mundo se enfrenta al enorme desafío de mantener un aumento anual de la producción de cobre de aproximadamente entre un 20% y un 30% en los próximos siete años. Esta iniciativa equivale a introducir una capacidad de producción a la par de la de Chile (5,3 millones en 2022, según la estimación de Cochilco), el mayor productor de metales del mundo. Lograr esta hazaña requiere no sólo el establecimiento de nuevas operaciones mineras sino también la optimización de la producción de las minas existentes".
Para alcanzar este ambicioso objetivo, complementa el ejecutivo, "los expertos afirman que la industria minera debe comprometer inversiones sustanciales, estimadas entre US$50 mil y 70 mil millones para 2030, específicamente para impulsar la producción de cobre. Es esencial reconocer que este asombroso requisito financiero aborda únicamente la creciente demanda de cobre, sin siquiera profundizar en los recursos esenciales necesarios para la transición energética más amplia. Otros metales críticos como el litio, el cadmio, el oro, la plata, el níquel, el cromo, el manganeso, el zinc y más, son igualmente indispensables para la monumental tarea de descarbonizar la economía global".
Otras consideraciones
Monteiro advierte que las preocupaciones van más allá de la mera expansión de la producción, pues el sector minero contribuye actualmente con el 7% del total de emisiones de gases de efecto invernadero, para resolverlo los esfuerzos abarcan múltiples iniciativas, que implican cambiar la maquinaria de variantes diésel a eléctricas cuando sea posible.
Otra tarea fundamental implica la transformación digital de equipos, sistemas y procedimientos, con el objetivo principal de optimizar la eficiencia operativa dentro de las operaciones mineras. Por otra parte, la llegada de la inteligencia artificial presagia una nueva era de innovaciones en equipos de minería, que permiten análisis operativos y de rendimiento avanzados, detalló.