Mejores tiempos para los cambios
Se invirtieron los roles y hoy son los sectores de izquierda que reclaman por que sus ideas quedaron fuera de la redacción final del texto constitucional. Y, al parecer, esas fisuras no le dan suficiente solidez al proyecto. Así el panorama, es probable que gane el "en contra" y nos volvamos a mirar las caras, tras dos intentos fallidos constitucionales.
La redacción del nuevo texto constitucional, aunque morigerada, claramente tiene un sesgo hacia los ideales de la centroderecha y derecha, y, por ello, los sectores de izquierda han manifestado su desencanto porque no sienten que estén representados en esta propuesta. Una situación que era de esperarse, sucedió en el fallido proceso anterior y se repitió en el actual, donde las mayorías impusieron sus términos en las negociaciones.
Sin detenerse en los detalles y atendiendo el llamado a buscar una constitución de unidad, el Presidente Gabriel Boric, al recibir el proyecto, apeló a la sabiduría del pueblo para determinar si esta propuesta une al país.
La respuesta es conocida, incluso por el Mandatario, y allí es que comienzan los cuestionamientos de cómo deberemos votar en el plebiscito de diciembre.
El "a favor" empieza a desplegarse con José Antonio Kast a la cabeza y con la seguridad de que lograrán explicar a los votantes la importancia para el país de aprobar, incluso dejando l puerta entreabierta para hablar de reformas si fuese necesario.
Los "en contra" también se mueven y se despliegan por el territorio para dejar claro que esta propuesta no es lo mejor para Chile.
Así el panorama, es probable que gane el "en contra" y nos volvamos a mirar las caras, tras dos intentos fallidos constitucionales.
Expertos y, algunos dirigentes políticos, piensan que tras los fracasos de unidad y la ausencia de acuerdos, lo mejor sería pensar en un nuevo proceso en un mediano plazo. Tal vez ocho años, como lo planteó la diputada Yovana Ahumada, y esperar que exista un mayor entendimiento no solo en el sector político, también en la sociedad chilena.
Obviamente que se necesita mayor certeza para que las inversiones fluyan, pero ella puede llegar de un modo distinto.