"Tenemos un compromiso muy profundo y de largo plazo con las comunidades"
La palabra "compromiso" es una constante en el vocabulario del gerente de Asuntos Corporativos Nitratos Yodo de SQM, Pablo Pisani Codoceo (55), quien admite el nuevo protagonismo que tiene la empresa en sus operaciones en las regiones de Tarapacá y Antofagasta. Aquí, la cercanía con las comunidades y el territorio juegan un rol clave durante los últimos años.
Está consciente que los tiempos cambiaron y las necesidades también, sobre todo a la hora de estar insertos en un mundo cada vez más globalizado y que requiere de una mirada diferente al hablar de minería. Desde Pisagua, pasando por María Elena hasta San Pedro de Atacama, la compañía tiene un amplio radio de acción en sus operaciones.
Pablo Pisani ya lleva 16 años en la empresa y ahora desde su nuevo cargo pretende proyectar un sello personal, "apoyando siempre todo lo que sean buenas ideas", porque ahí está el capital humano que marca la diferencia y que permite tener mejores relaciones con el entorno.
¿Cómo están trabajando en el tema del valor compartido?
-Nuestro atributo comunitario tiene que ver con una presencia permanente en los territorios. En general, nosotros participamos en todas las instancias, con un gran impacto en las comunidades, desde mesas de trabajo, comités y acompañamiento, eso significa compromisos más fuertes y con franqueza.
¿Cuáles son los grandes desafíos con las comunidades?
-La cercanía implica compromiso. Este es un trabajo de muchas personas que me acompañan en el equipo, de ser muy diligentes para cumplir con los acuerdos que se adquieren, ya sea de índole de acompañamiento, social o económico. Tenemos programas que llevan 15 años y que han ido mutando y son muy pocos (empresas) que pueden tener este periodo de permanencia, ya que normalmente los compromisos de la minería son de entrada y después se van perdiendo, ahí claramente hemos revertido esa figura. Eso permite que te vean como un aliado.
Pueblos originarios
¿Y cómo lo toman los pueblos originarios, por ejemplo, con el tema del litio?
-Ahí hay un desafío, porque en general hay un lado de desconfianza de las comunidades en general, no sólo indígenas, por compromisos poco duraderos, porque no creen y hay una desconfianza de que viene el grande y te va a poner el pie encima. Es ahí donde hay que trabajar en conjunto y con el apoyo de las comunidades a su desarrollo local.
¿Cómo aplican estas buenas relaciones con el tema del medio ambiente?
-Nos ocupamos de que las comunidades puedan asegurarse de que hoy estamos muy fuertes con monitoreos en línea, con monitoreos participativos, que vean lo que hacemos. Este tema es más fuerte en las comunidades indígenas, porque ellas tienen una preocupación muy marcada y nosotros debemos entenderlo y trabajarlo. Desde la perspectiva social, también debemos alinearnos en eso, de apoyar el medio ambiente y la habitabilidad.
Educación
La educación es una piedra angular para el desarrollo. ¿Puede dar la región ese gran salto contando con el apoyo de empresas ligadas a la minería?
- La educación es una línea de nuestro trabajo, desde programas de robótica, ciencia en los niños, aplicaciones en los teléfonos y trabajo en la primera infancia, creemos que hemos aportado en diferentes ámbitos para entregar mejores herramientas en los establecimientos, incluso en los más alejados.
Junto al Gobierno regional, SQM es parte del programa AntofaEduca que tiene por objeto mejorar la educación pública. Usted es uno de sus grandes impulsores, ¿cómo calificaría esta iniciativa?
-Vemos tres cosas muy importantes en este programa. Primero, una mirada de región que muy pocos programas lo tienen. Segundo, el hecho que hay un trabajo directo con los profesores, y hoy existe una necesidad imperiosa de redefinir el rol del docente en las aulas, ya que la educación de contenidos está obsoleta. Y el tercer atributo es que están estructurando planes ad hoc a sus realidades territoriales. Todo ello lo hace un programa muy potente.
En este mismo ámbito, ¿cómo ve el emprendimiento teniendo al litio como referente?
-El trabajo de emprendimiento es desarrollo del capital humano. El emprendedor debe aprender estas habilidades a temprana edad, hay que apoyar esta opción de vida y en ese sentido el desarrollo y la economía van en esa vía. Hay oportunidades importantes porque hay desarrollo como, por ejemplo, la electromovilidad y ahí tenemos mucho que hacer porque hay un montón de desafíos.
Y si de reinvención se trata, ¿cuál es el futuro de María Elena?
-María Elena es una localidad pujante y que tiene vida propia. Tenemos un rol fundamental como empresa, pero no una dependencia, porque hay una nueva mirada desde el tema patrimonial. La cultura pampina es cada vez más fuerte y la empresa creó una fundación para canalizar esto. Hoy tenemos proyectos de arreglos de la plaza, del Mercado, de casas y edificios. Queremos seguir con los programas colaborativos en diferentes áreas y hay iniciativas muy potentes para María Elena, que es un lugar único y arraigado en la cultura pampina.