Tiene que existir mayor prevención
Las explicaciones de Aguas Antofagasta por el masivo corte de agua potable pierden peso al ser incapaces de contar con un plan para afrontar una emergencia de esta magnitud. La obligación es que la salida debe estar antes para evitar el sufrimiento de tantas familias, muchas de ellas que ya conviven con precariedades y otras dificultades.
En el mejor de los escenarios la reposición del agua potable en los sectores afectados, será a partir de la tarde del viernes. Es decir, el 50 por ciento de los antofagastinos tendrán que pasar la semana sin este fundamental suministro lo que tendrá serias repercusiones en el desenvolvimiento de su actividades cotidianas.
Sabemos que siempre es posible encontrarnos con imprevistos y contingencias. Lo importante es estar prevenidos y resolver con el menor impacto posible y ponerse en el peor de los escenarios, incluso catástrofes.
Ello es lo que faltó en el caso del masivo corte. Aguas Antofagasta debió contemplar dentro de sus contingencias una falla de esa magnitud y contar con las herramientas para actuar con prontitud y afectar lo menos posible a la población.
No es posible que no se previera una emergencia de este tipo y se contara con otro sistema de abastecimiento energético. La "permisología", según el gerente de Aguas Antofagasta, ha impedido avanzar con una red eléctrica aérea, principalmente en un sector de la autopista.
Razón casi incomprensible cuando vemos torres de alta tensión repartidas por todos los sectores de la región. Es decir, cuánto se hizo para avanzar en ese sentido, esa es la gran incógnita y principal crítica para la sanitaria.
Historia similar vivió Calama hace algunos años con las lluvias estivales y según la sanitaria tras días sin agua se superó la emergencia y hoy, aseguran, que están preparados para problemas para reaccionar ante una emergencia de esa naturaleza.
No es posible que suframos una emergencia para reaccionar y encontrar la solución. La obligación es que la salida debe estar antes para evitar el sufrimiento de tantas familias, muchas de ellas que ya conviven con precariedades y otras dificultades.