Andrés Sabella, el amigo
De Chañaral volvimos a Antofagasta con mi familia en formación ese verano de 1981. Sin trabajo. Nos alojamos en casa de los solidarios Sergio Gaytán y Angélica Lema, en la Gran Vía.
Tres veces me habían exonerado de la Esc. Consolidada de Chañaral. No por inepto.
A fines de marzo nació mi hijo Francisco, recibiendo el apoyo de todos los amigos que habíamos conocido desde 1967 en la Universidad del Norte en nuestros inicios de los estudios de Periodismo.
Andrés tomó en brazos a Pancho que observaba sus lentes mientras Francisca, Elba Emilia y la tía Martina, sonreían.
El amigo Andrés palpó una dureza en el mentón de mi hijo y recomendó que lo viera un médico. Llamó de inmediato a un amigo, el doctor Solar, que diagnosticó algo pasajero.
A mediados de 1981 nos re enquistamos en Copiapó. Pancho nunca vio a Andrés, pero conocía sus dibujos que el poeta me obsequiaba siempre y que aún mantengo.
El veinte y ocho de enero de 1987 fue el último dibujo que me entregó Andrés, ( PARA OSMAN CORTES Y FAMILIA, CON EL CARIÑO DE ANDRES), mientras rodábamos el documental SABELLA ADENTRO, en su casa de Uribe 666, con mis compañeros de Periodismo, Lorenzo Reyes, en cámara y Juan Guarachi (+), en iluminación y sonido.
Siete años permanecieron en un estante en Copiapó los U-Matic con las imágenes de Andrés, hasta que en 1994 se pudo presentar en Antofagasta. Andrés nunca vio el documental.
Aún muchos recuerdan la reflexión del poeta cuando musita ante la cámara ese DOLOR DE UNA TRAICIÓN al exonerarlo su U. del Norte de sus aulas, culpando a QUIENES HAN EMPOBRECIDO LA EDUCACIÓN CHILENA. Eso lo dijo hace tres décadas y media. Para muchos la máxima está vigente
Los cuatro ascendiendo con dificultad por la sinuosa escalera de la casa de Andrés para captar los comentarios que cavilaba sobre las obras de primeros tacos que estaban en la muralla ascendente.
La Hermandad de la Costa de Copiapó montó una muestra de cuadros y dibujos de Andrés, en los 90.
Fuimos a ver la exposición con Pancho, de un poco más de diez años, y un amigo. Mi hijo reconoció los trazos lorquianos de Andrés.
Le comentó al amigo que esos dibujos eran de Andrés Sabella. El amigo curioso le preguntó si conocía al artista.
… No…pero… él sí me conoció…
Osman Cortés Argandoña. Periodista - Escrito.