Amelia Carvallo

El segundo álbum de la cantante chilena Karla Grunewaldt se titula "Casa 8", y sucede a "Para existir", su debut, hace dos años. El de ahora es un trabajo más oscuro, tan lleno de canciones que viene en dos partes. Como en todos sus trabajos, la producción musical fue en familia, con su mamá, Loreto Bisbal, su hermano Daniel y su papá Carlos, a quienes no se cansa de dar "gracias infinitas".

Si 2023 fue el año de cultivar y trabajar duro, la intérprete en 2024 espera "tocar mucho en vivo", porque "con este nuevo disco se abre la posibilidad de presentar un show nuevo, que también va a ser mucho más performático, así que 2024 tiene mucho que ver con tocar en vivo y también con expandirme fuera de Chile".

-¿Cuál es el concepto de "Casa 8"?

-Tanto a nivel estético como musical es el bosque. Mi apellido, Grunewaldt, significa "bosque verde", y con estas canciones nuevas quería hablar también de vulnerabilidad, la naturaleza, de ciertas cosas que nos ocurren a los seres humanos y nos marcan profundamente. Frente a eso, lo encontré parecido al bosque que está lleno de diferentes plantas y seres, junto a qué pasa cuando el bosque verde se transforma en el bosque negro, porque hay canciones más tristes que hablan de la soledad y el duelo, de romances fallidos, eso que nos duele, esa es la parte del bosque negro que muestra experiencias oscuras por las que me ha tocado pasar

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-¿Por qué se llama "Casa 8"?

-En la astrología, la Casa 8 tiene que ver con un escenario de tu vida, es un área mucho más oscura, con todas esas experiencias de las que a veces no hablamos porque nos vuelven muy vulnerables. También habla de conectarse no solamente en cuerpo, sino que también en alma con un otro, generar ese vínculo infinito con otra persona. Es sacar la oscuridad a la luz y por eso este disco es más oscuro, más gótico, juega mucho más con el color negro en su estética. Todos los clips suceden en la misma locación, ahí es donde ocurre toda la magia, estas anécdotas, es un disco muy vinculado a lo cinematográfico.

Temas globales

Si la primera parte del álbum es íntima y personal, en la segunda Grunewaldt toma preocupaciones generales: "Quiero exponer temas más globales, de carácter más social, por ejemplo el cambio climático, qué está pasando con las guerras en el mundo. Para mí, como artista, no es solamente expresar cosas que me han pasado, también quiero aportar hablando de temas culturales y sociales".

-Sobre las letras, ¿cómo has evolucionado en el oficio?

-Estos dos años en que estuve componiendo crecí mucho, creo que he ido encontrando un estilo y que no me de miedo la hora de escribir, atreverme a escribir de la manera en que me nace, no pensando en la recepción inmediata, sino que guiada por la honestidad.

-¿Qué lees?

-Un libro que me inspiró mucho fue "Quirón y el don de la herida", de Alejandro Lodi, que habla sobre la resiliencia en la astrología, donde Quirón es un centauro que tiene una historia muy trágica, pero encuentra la forma de sanarse a sí mismo sanando a otros, por eso la figura del sanador herido es parte central de la inspiración. También a nivel estético me inspiré mucho en la figura de Quirón, que tiene su arco y flechas, tomé un poco de eso para construir vestuarios. También está el libro de Sergio Fritz "Magia austral", y "Los planetas interiores", de Luz Greene, e "Historia de la Magia", de Eliphas Levi.

Al final de "Casa 8" hay una canción que se llama "La mujer que nadie defendió", frente a la cual su autora dijo que el videoclip fue un "verdadero aquelarre", con las actrices María Olga Matte, Kathy Kowalezkco y Magdalena Muller, dirigidas por Iñaki Velásquez: "Tenemos unas mentes bien extrañas, me siento libre de crear y proponerle cosas raras, de repente entre ambos nos tenemos que frenar el delirio, pero es muy entretenido trabajar con él", detalló la cantante y adelantó que viene un cortometraje de esta experiencia.

En "La Estrella del Hombre"(1953) de Andrés Sabella, leí "El Cuarto Rey Mago". Un cuento agradable. Al recordarlo, decidí "reproducirlo" en una versión similar a la que, años atrás, tuve de él. Utilizo comillas para testificar que cada palabra es de Andrés Sabella.

"Cuentan antiguas leyendas que los Reyes Magos no fueron tres, sino cuatro. El Como los otros, el Cuarto Rey Mago escuchó que nacería, en Belén, un niño prodigioso y,

sin vacilar organizó un séquito espléndido; tal vez más suntuoso que el de Baltazar, Gaspar y Melchor

Esperó la Estrella para iniciar la marcha. Cuando el astro elegido enalteció el firmamento de Judea, el Rey, pleno de fe y esperanzas, ordenó partir a la caravana deslumbrante. Pero escrito estaba que su caravana no alcanzaría hasta el Establo de Belén y que su contenido, se desgajaría en el azar.

Muchas adversidades del prójimo detendrían sus pasos. Primero fue una ciudad destruida por un terremoto. El Rey decidió reconstruirla. ¿Cuánto demoró este trabajo? Cuando la ciudad principió a sonreír de nuevo, el monarca solícito, reemprendió su tránsito.

Luego le atajó una ciudad atacada por la peste que sus doce graves sabios, no acertaban a conjurar. Años gastó en devolver la energía a esta ciudad pestilente. Y, una mañana con el primer brote del sol, surgió la salud para el último de sus enfermos.

Reiniciada la marcha, otras comunidades se beneficiaron con su generosa ayuda. El tiempo transcurrido, inquietaba las conciencias. La comitiva envejecida, se mostraba triste.

La fe sostenía al ahora anciano Rey Mago. La gloria del niño prodigioso no contendrá ocaso. Una tarde de Viernes, solo, entró a Jerusalén. En el Gólgota crucificarían a un hombre. En medio de una multitud convulsa y alterada, ascendió el Calvario. El rey pisó la cima del Gólgota. Allí, llorando, arrojóse a los pies de la Cruz: --¡Jesús mío, perdóname! Yo debí arrodillarme con los demás en tu Pesebre para contarte y cantarte mi amor… ¡Ay, Dios! Mis manos llegan secas, viejas, pobres… 33 años le adoró el Rey en su corazón. ¡Ni el Oro, ni el Incienso, ni la Mirra valían la sencillez de sus Actos de Amor!"

Osvaldo Maya Cortés. Antof. 8-XII-23.

Linterna de Papel