Vivienda: "la tormenta perfecta"
"Cada día existe más población en la faz de la tierra y el planeta por otra parte no crece, por lo cual en una economía de mercado el suelo se vuelve un bien escaso y de alto valor". Tomas Muller Salomon, Empresario
La actual situación de déficit de viviendas es motivo de largos debates y un volumen impresionante de información referida a cantidades: cantidad de viviendas faltantes, cantidad de campamentos, cantidad de hectáreas ocupadas por campamentos, cantidad de familias en situación de campamentos, cantidad de familias allegadas etcétera.
Toda esta data no hace más que reflejar una situación por todos conocida, pero no indica el motivo más profundo de haber llegado a estas cantidades de falta de vivienda.
Por este motivo es posible señalar lo que llamaríamos la tormenta perfecta, así se puede indicar algunas consideraciones al respecto en estos cuatro puntos.
1.- Los estándares de vivienda se elevaron a niveles de países europeos, o sea estándar OCDE debiendo esta cumplir con acondicionamiento térmico y acústico, hacerse cargo del impacto vial que estos conjuntos de vivienda generan, hacer aportes monetarios o de obras para mejoras del espacio público, incluir sistemas para conexiones de internet (ley de ductos) por lo cual ha elevado el valor de la vivienda y por otra parte los ingresos de nuestros ciudadanos no son de nivel Ocde europeos, haciendo inalcanzable el sueño de la casa propia para la mayoría de la población.
Además sumar la eliminación del crédito especial a empresas constructoras (CEEC) en la edificación de viviendas aumentando su valor en promedio en seis o siete por ciento, agregando el extenso plazo para obtener los respectivos permisos de construcción y las correspondientes tramitaciones de recepción de los servicios para obtener la Recepción Municipal.
2.- Cada día existe más población en la faz de la tierra y el planeta por otra parte no crece, por lo cual en una economía de mercado el suelo se vuelve un bien escaso y de alto valor, aumentando este valor en forma continua y así ante las turbulencia de mercados financieros inversionistas se refugian en el mercado del suelo, haciendo de este más escaso y de mayor valor.
3.- En la situación aparte de estas consideraciones generales debemos agregar la particularidad de la ciudad de Antofagasta, con un Plan Regulador obsoleto pues data del año 2002, o sea 21 años de antigüedad, en el cual el 95% de la comuna está limitado a edificaciones de seis pisos máximo y con bajos coeficientes de constructiblidad, explicando esto es un factor numérico que indica cuanto se puede construir de acuerdo al tamaño del predio, así como ejemplo en un predio de 1.000 metros cuadrados con coeficiente de constructibilidad 2 se permite edificar 2.000 metros cuadrados. Esta restricción produce el siguiente fenómeno, al permitir edificar 2.000 M2 en unidades habitacionales de 60 M2, conduce a que en dicho predio máximo la resultante es de 30 unidades.
Por consiguiente si dicho predio tiene un valor de 20 UF/M2, tendríamos un valor de 20.000 UF, por este, y el valor unitario en suelo por unidad habitacional (30 unidades permitidas) será de 700 UF. Con dicho valor inicial de suelo es irrealizable que el mercado provea viviendas de valores entre 1.400 a 2.300 UF, que son las que los sectores medios podría adquirir.
4.- Lo descrito en términos prácticos indica que al no existir vivienda de dichos valores por un lado y un aumento del valor de los arriendos determina que los sectores medios se adjudiquen viviendas sociales desplazando sectores vulnerables a campamentos.
Si no se produce un ajuste acorde a los puntos descritos en la actual situación cualquier plan de viviendas no podrá alcanzar el objetivo de disminuir el déficit habitacional que existe hoy en día con el consiguiente aumento permanente de los campamentos.