Una región tan grande como lo sean nuestro sueños
Ricardo Díaz Cortés , Gobernador de la Región de Antofagasta, Marko Razmilic, Presidente de la Asociación de Industriales de Antofagasta
Popularidad y Liderazgo no son lo mismo. Es fácil conseguir visibilidad en tiempos de RRSS, basta con ver los temas que son trending topic y llenar tus publicaciones de lo mismo. Algunas figuras políticas lo saben y llenan sus redes destacando la delincuencia, que es un tema prioritario del que hay que ocuparse, sin embargo, abusar del miedo sin aportar en soluciones es irresponsable y solo se centra en buscar los ansiados likes. El liderazgo es otra cosa: un líder abre caminos que permitan encauzar hacia un destino mejor. Un líder tiene un sueño claro, una visión y convence de que vale la pena seguirlo.
Lo cierto es que no solo bastan buenas ideas. No se trata de presentar maquetas, sino de convertirlas en políticas que generen buenos proyectos y finalmente se concreten. Una muestra es el Plan de Movilidad Urbana Sostenible que nace en el Gobierno Regional. ¿El sueño?: una región amable que respete el medioambiente y que mejore la frecuencia y conectividad. ¿Los planes?: nuevas formas de transporte, aumento del uso de medios no contaminantes y mejora de la infraestructura. ¿Resultados?: Ya está funcionando una línea de buses eléctricos que recorre Antofagasta. El 2024 llegaremos a Calama y sumaremos líneas de taxis eléctricos y paraderos inteligentes, lo que se irá ampliando a todas las comunas.
El Gobierno Regional tiene un plan por el cual la ciudadanía lo escogió, que se consolida mediante la Estrategia de Innovación publicada el 2022 y la Estrategia Regional de Desarrollo que se inicia el 2024 y que tiene una visión de mediano plazo para avanzar armónicamente. Se nos viene un futuro auspicioso que debemos concretar creando nuevos imaginarios: somos minería, también somos energía, desarrollo logístico portuario, innovación, emprendimiento, desarrollo aeroespacial y mucho más.
Nosotros para avanzar integramos las voces de todos los actores. Prueba de ello es la Estrategia Regional Minera para el Bienestar de la Región de Antofagasta (EMRA 2023-2050) un acuerdo que tiene el valor de ser una construcción colectiva: comunidades y sociedad civil, municipios, universidades, industria minera y los servicios públicos. Creemos en la necesidad de generar acuerdos, porque esta región debe representarnos a todos sin imponer ni excluir.
Y sobre esa base hemos puesto manos a la obra: 8 de cada 10 pesos los hemos invertido en lo que la ciudadanía exige: más seguridad, mejor salud y educación y más viviendas. Para mejorar nuestra seguridad hemos entregado vehículos a las policías y mejoras en su infraestructura, cámaras y alarmas comunitarias, hemos fortaleciendo la labor de carabineros y la PDI y se nota: 9 toneladas de droga incautada, detención de 17.879 delincuentes, el fin de 98 bandas y organizaciones criminales y la recuperación de 1.342 vehículos robados. Esas son las cifras reales si contamos la historia completa y no nos quedamos solo con publicar el delito. El gobierno regional ha hecho su pega.
En salud, hemos invertido más de $30 mil millones para mejorar CESFAM, compras de ambulancias, programas para reducir listas de espera y tratamientos preventivos contra el cáncer. En educación estamos mejorando la infraestructura de liceos emblemáticos y de escuelas de párvulos en las distintas comunas. En vivienda, levantamos un convenio que entre los años 2023 y 2028 construirá casas para más de 8.700 familias de la región.
La región tiene un gran futuro, las oportunidades se materializarán en la medida que nuestros sueños sean grandes y trabajemos por ellos. Sigamos construyendo una mejor región, esa es mi invitación para este 2024.
Nuestro sueño 2050 y nuestras urgencias 2030
A horas del nuevo año, el sueño de una Región de Antofagasta integralmente desarrollada al 2050 emerge con una fuerza histórica. El consenso y prioridad mundial respecto a la amenaza climática ponen a nuestras riquezas en un rol protagónico que debemos capitalizar virtuosamente en la consolidación de una estructura productiva, desarrollo social y ambiental 4.0. Nuestro aporte a la construcción del nuevo mundo en equilibrio climático debemos transformarlo en la consolidación de un polo regional con desarrollo del conocimiento de frontera y tecnologías y emprendimientos disruptivos capaces de consolidar una estructura de creación de valor diversa y sustentable. Lo anterior, en paralelo con la modernización y profesionalización del ecosistema público para la construcción de una plataforma de servicios comunitarios 4.0 que, al mismo tiempo, acompañen y empujen todo el potencial creativo del emprendimiento y la inversión productiva y la innovación social.
En los últimos treinta años hemos avanzado mucho. Un indicador potente y resumen de este período es que nuestra región presenta, a nivel nacional, el mejor indicador de rompimiento del círculo vicioso de la reproducción intergeneracional de la pobreza.
Existen bases diagnósticas sólidas para soñar al 2050 con una región con resultados económicos, sociales y ambientales desarrollados. Nuestro liderazgo en la cartera de proyectos de inversión en minería y energías renovables, nuestros nuevos institutos de investigación en tecnologías limpias y litio, nuestro ecosistema de innovación y emprendimiento, nuestro capital institucional público y privado, nuestro potencial en hidrógeno verde, liderazgo en desalación y eficiencia hídrica, los anuncios de inversiones mineras recientes y memorándum de entendimiento de Codelco y SQM son soporte robusto para que este sueño pueda transformarse en realidad.
Este sueño no nos impide ver con total claridad nuestras actuales debilidades y carencias en sectores estratégicos como la educación, salud, vivienda/campamentos, seguridad e infraestructura comunitaria en nuestros barrios y comunas. Por esto mismo, es que el sueño inspirador nos exige poner el pie en el acelerador de nuestras urgencias 2023.
Algunas urgencias 2030 a priorizar: revertir la tendencia a la baja en la inversión; aumentar cobertura en educación inicial; modernizar la gestión de permisos ambientales; fortalecer la oferta y especialidades médicas; integración de permisos sectoriales; fortalecer la cartera de proyectos de inversión pública; suelo fiscal como herramienta robusta para el desarrollo industrial pyme y habitacional; liderazgo en equidad de género e inclusión; educación técnica profesional 4.0.
Exponor 2024 debe ser el hito del compromiso con las urgencias 2030, inspiradas en el sueño 2050. Lo lograremos trabajando en equipo, con la pasión y confianza creadoras del valor extraordinario.