Estado Islámico reconoce ataque con 84 muertos en Irán y llama a perpetrar más en Europa y EE.UU.
KERMAN. El grupo terrorista reivindicó el doble atentado suicida durante la conmemoración del cuarto aniversario del asesinato del comandante Soleimani.
Efe
El grupo terrorista Estado Islámico (EI) reivindicó el doble atentado "suicida" que el miércoles dejó al menos 84 muertos en la localidad de Kerman, en el sur de Irán, durante la celebración del cuarto aniversario del asesinato del comandante iraní Qasem Soleimani a manos de Estados Unidos.
El grupo dijo en un comunicado difundido a través de Telegram que dos de sus miembros "se dirigieron hacia una gran concentración" cerca de la tumba de Soleimani en Kerman e "hicieron detonar sus cinturones explosivos", provocando la muerte de 84 personas y más de 200 heridos.
El Estado Islámico identificó a los dos atacantes suicidas como Omar al Mowhid y Saifalá al Muyahid, que cometieron el atentado para que "los politeístas sepan que los yihadistas están detrás suyo y de sus proyectos", de acuerdo con el comunicado.
El atentado dejó además otros 284 heridos, de los cuales 220 siguen hospitalizados, de acuerdo con las autoridades iraníes, que ya habían apuntado que los ataques habían sido "suicidas".
El ataque terrorista se produjo cuando miles de personas participaban en la ceremonia de conmemoración de la muerte de Soleimani, que fue asesinado en Bagdad en 2020 por orden del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Ante uno de los atentados más brutales en Irán en décadas, las autoridades de la República Islámica aseguraron que los "perpetradores" del ataque serán detenidos por las fuerzas de seguridad e Inteligencia y que quienes los apoyan "temerán la ira de la nación iraní".
El Estado Islámico ha reivindicado varios atentados en suelo iraní en el pasado, siendo el último de ellos previos al del Kerman un ataque contra un mausoleo de la sureña ciudad de Shiraz en el que murieron 15 personas en octubre de 2022.
La República Islámica de Irán, la mayor valedora de la vertiente islámica chií, y los terroristas de EI, una de las últimas y más salvajes encarnaciones del integrismo salafista militante suní, son protagonistas de una encarnizada enemistad alimentada por un abismo político y religioso.
El argumento de conflicto más ostensible entre ambos, una república teocrática chií y un grupo integrista suní, es la religión.
El cisma islámico del siglo VII por disputas sobre quién es el legítimo sucesor del profeta Mahoma es el origen de un problema que con los siglos ha derivado en profundas fracturas en doctrina religiosa, prácticas y costumbres entre los chiíes y los suníes, el grupo abrumadoramente dominante en el islam.
Por otro lado, el EI nace tras la invasión de Irak por parte de EE.UU. y se alimentó con los antiguos cuadros del gobierno y el Ejército de Irak bajo Sadam Husein, suníes que dominaban a sangre y fuego un país de mayoría chií.
La llegada al poder en Irak, con el respaldo de Irán, de grupos chiíes, no gustó a los vecinos árabes suníes del país rico en petróleo, como Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos.
Llamado a atentar
EI llamó a sus seguidores a atentar contra diversas ciudades de Europa y de Estados Unidos por el apoyo occidental de Israel en la guerra en la Franja de Gaza, y así "vengar" a los musulmanes de Palestina y de otros países de Oriente Medio.
"Háganles saber que rendirán cuentas por sus crímenes en Palestina, en Irak, en el Levante y en el resto de los países musulmanes en las calles de Washington, París, Londres, Roma y los países de los ateos", dijo el portavoz del EI, Abu Hazifa al Ansari, en un audio.
Macabro
En una poco habitual alocución de más de media hora, el vocero aseguró que "el conflicto" debe centrarse ahora en los aliados de Israel en vez de en el Estado judío mismo, así como con los países árabes que mantienen relaciones con esa nación.
"Persigan a las presas judías y cristianas en las calles de Estados Unidos, Europa y todo el mundo e irrumpan en sus casas y mátenlos", aseguró el portavoz, que pidió "no distinguir entre ateos civiles o militares porque los ejércitos judíos y cristianos bombardean a los países musulmanes sin diferenciar entre civiles y militares".