En la compleja tarea de construir el futuro, se vuelve importante considerar a las mining tech regionales. A lo largo del 2023, desde la comunidad global para emprendedores de alto impacto, nos hemos dedicado a colaborar con emprendedores y talentos locales. Este esfuerzo se ha visto fortalecido por la sinergia entre el sector público y privado, trazando así una ruta estratégica que ha permitido ahondar la internacionalización de las mining tech en mercados como Canadá y Panamá. Este camino- marcado por la innovación y la colaboración- sienta las bases para un futuro que se construye hoy, consolidando a la región como un referente en el ámbito de la tecnología minera.

Es clave anticiparse ante los cambios en materia de tecnologías aplicada a la industria minera, en todo sentido, y no sólo pensando en los desafíos del sector productivo local y nacional, sino que también en el escalamiento hacia mercados internacionales. Más tomando en cuenta que existe la materia prima local.

Con esto, me refiero a emprendedores de alto impacto que se desarrollan y conviven en el mercado de la región. Por ello, reafirmamos nuestro compromiso para apoyar a emprendedores de todo el mundo desde Antofagasta.

Lo anterior, a través de mentorías de softlanding que, consiste en un "aterrizaje suave" de estos procesos de apoyo para desarrollar el potencial de cada empresa emergente, junto con apoyar el levantamiento de capital. Un trabajo muchas veces sigiloso, como también es lo realizado en la mesa de innovación regional a fin de potenciar desde Antofagasta, con las mencionadas mentorías, más charlas y confecciones globales.

Este trabajo no se detendrá y, de cara al 2024, como catalizador del exosistema, nuestro objetivo es a seguir potenciando las mining tech con una mirada global, por medio de la tercera gira a Canadá, más una prospección a Alemania en una materia como es el Hidrógeno Verde (H2V), uno de los grandes temas país.

En este camino lleno de aprendizajes, estamos convencidos del protagonismo que asumen las mining tech, donde desde el norte de Chile hemos desarrollado un trabajo conjunto con el sector público-privado que nos permite estar a la vanguardia de los desafíos de la industria nacional y de mercados del extranjero.

Porque los desafíos sin duda son múltiples. Sobre todo considerando la meta: posicionar la región en hub de innovación, es decir convertirnos en un nodo de la industria minera y energética, que opere como un centro logístico y punto de conexión con la minería del país y de otros mercados como el australiano.

La ambiciosa ruta trazada por Endeavor Atacama refleja la convicción de que están llevando a cabo una labor crucial, cuyo enfoque va más allá de colaborar con emprendedores de alto impacto, extendiéndose a una colaboración conjunta entre el sector público y privado. En ese sentido, destacan asociaciones clave con entidades estatales como Corfo Antofagasta y ProChile Anto, así como con actores privados como SQM Lithium Ventures y SAWU. Estas alianzas no solo abren oportunidades laborales, sino que también ofrecen un amplio panorama de desarrollo, especialmente en los ámbitos de electromovilidad, descarbonización y conservación del agua. Estas iniciativas responden a los desafíos de una industria responsable y a la urgencia del cambio climático.

Una ruta que comenzó ayer, pero que sigue hoy y mañana con la internalización y desafíos desde Antofagasta hacia el mundo.

El informe de ejecución presupuestaria del Gobierno Regional durante el año 2023, evidenció una preocupante lentitud en la ejecución de recursos públicos por parte de las municipalidades de la región. En el análisis global, considerando todos los proyectos aprobados desde el 2015 al 2023, el promedio de ejecución no supera el 25%, exhibiendo casos emblemáticos como el de la municipalidad de Calama, que llega apenas al 3%, con la salvedad que la principal iniciativa aprobada dice relación con el proyecto de diseño y construcción del nuevo edificio consistorial, el año 2018.

Más allá de las explicaciones que apuntan a la debilidad de los equipos técnicos de los gobiernos comunales, y la falta de funcionarios para la supervisión de las iniciativas, lo cierto es que los ejemplos de bajos avances y dificultades en la finalización de obras que implican gran carga de capital, se multiplican en todos los territorios.

Con la instalación de los gobiernos regionales, la dinámica entre las municipalidades y el poder central de la región también se modificó drásticamente. El acomodo a la nueva institucionalidad ha significado un nuevo aprendizaje para las municipalidades, que han visto facilitado su acceso a los recursos del FNDR. Sin embargo, los problemas se siguen repitiendo a nivel de ejecución de proyectos.

Y ahí es donde la discusión supera las voluntades regionales y deriva necesariamente en la reforma que evidencia la necesario modernización del Estado.

Es que dado la cantidad de recursos disponibles en el Gore, las iniciativas que cuentan con resolución satisfactoria, la gran debilidad que evidencian las municipalidades son los obstáculos que le permitan modernizar su planta profesional y flexibilizar las nóminas de funcionarios de tal forma de responder a necesidades propias del siglo XXI. Ese debate, es parte de la discusión por el nuevo pacto fiscal que propone el Ejecutivo hoy, es de esperar que esa discusión, logre acuerdos y con ello, permita actualizar el quehacer de los gobierno locales.