Más de un año debió transcurrir para que el sospechoso del homicidio de Javiera Jiménez estuviera a disposición de la Justicia. Se trata de su expareja, quien fue el último que tuvo contacto con ella, y que en sus primeras entrevistas con la policía, entregó declaraciones difíciles de creer sobre lo que ocurrió y que lo situaban como principal involucrado en su desaparición.

Tras esas versiones, fue imposible dar con su paradero para contrarrestar declaraciones. Todo indicaba que su participación no era solo la de un testigo y que podía ser el culpable de su extraña desaparición.

El hoy imputado por homicidio simple, al momento de ser formalizado, volvió a tejer una historia en la que intenta explicar que fue un hecho accidental, contrario a las pesquisas realizadas por los peritos y que aseguran que fue un ataque con arma de fuego.

La madre de Javiera, amigos y un importante círculo de apoyo, tuvo real importancia para que hoy se cuente con un imputado. Sus confusas declaraciones sobre los hechos y su posterior huida, daban indicios claros que tenía participación. Por ello, hicieron campañas con afiches y llegaron hasta Bolivia para hacer lo mismo y ofrecer recompensa a quien ayudara a dar con su paradero.

Existía la convicción que el expololo incluso podría ser su homicida.

Hoy todos quienes acompañaron en el dolor a la familia están a la espera que la justicia actúe, que se puedan acreditar los hechos y que sea condenado como autor del homicidio.

El caso de Javiera dejó al descubierto otros delitos del detenido como parte de bandas de robo de cobre desde el FCAB. Lo que podría explicar de lo que era capaz de hacer ante una joven inocente que cayó en sus garras.

La Fiscalía tendrá que acreditar los hechos, partiendo por encontrar los restos de Javiera para dar mayor tranquilidad a la familia y amigos.

Un acuerdo de cooperación para brindar apoyo financiero y técnico a proyectos estratégicos, principalmente de infraestructura, para crear una red sudamericana de rutas de integración y desarrollo, fue dado a conocer el pasado 7 de diciembre en Río de Janeiro. Para ello, cuatro bancos de desarrollo dispondrán de 10 mil millones (diez billones) de dólares en los próximos tres años, para proyectos de integración. El acuerdo de cooperación "Rutas para la Integración" fue firmado por las máximas autoridades del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES), la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe) y FONPLATA. Establece que "el foco de esta acción conjunta serán proyectos estratégicos de integración de infraestructura, incluyendo el apoyo tanto a través de la disponibilidad de líneas de financiamiento como de la estructuración de proyectos". Agrega que "además de invertir en proyectos de infraestructura, la Iniciativa podrá promover el financiamiento de proyectos de integración en las áreas de salud, educación, cultura, derechos humanos, protección ambiental, entre otras".

Este gran apoyo para obras y proyectos de integración demuestra la validez de este proceso. El Presidente del BID, Ilan Goldfajn, señaló que "el BID está plenamente comprometido con la agenda de integración de Sudamérica. En el contexto de esta nueva asociación, estamos movilizando US$3,400 mil en asistencia financiera y técnica para proyectos de infraestructura en apoyo de la integración de Sudamérica. Además del financiamiento, el BID apoyará a los países de la región proporcionando un equipo con experiencia técnica para ayudar a generar este plan conjunto y priorizar intervenciones concretas". En su opinión, "la integración es siempre el mejor camino. En esencia, la integración consiste en mejorar vidas mediante la consecución de beneficios a mayor escala. También sabemos que prácticamente ninguna otra política pública puede estimular el crecimiento con tanta eficacia como la integración".

Por su parte, la presidenta de FONPLATA, Luciana Botafogo, señaló que el avance de la integración regional ampliará el potencial conjunto de los países, "generará nuevas oportunidades comerciales y de inversión que fortalezcan las economías nacionales, creando empleo y mejorando la calidad de vida y posicionándolas mejor para el mercado internacional".

Este acuerdo de cooperación fue articulado por el Ministerio de Planificación y Presupuesto de Brasil, luego de un proceso de coordinación del gobierno brasileño después del Consenso de Brasilia, cuando el presidente Luiz Inácio Lula da Silva se reunió con líderes de los 11 países sudamericanos, los que reafirmaron su compromiso con la profundización de la integración de la región. Además de promover infraestructura, comercio e integración en las áreas de cultura, turismo, salud, protección ambiental, entre otras, las rutas también debieran reducir los tiempos de transporte de mercancías entre Sudamérica y Asia. Según la Ministra de Planificación y Presupuesto de Brasil, "cada Banco participante en este acuerdo, dentro de sus competencias, priorizará el financiamiento en condiciones adecuadas y el apoyo técnico para apoyar las inversiones necesarias para la integración sudamericana y el desarrollo sostenible". Por fin hay un reconocimiento internacional explícito y un apoyo concreto al proceso de integración en marcha.