"El Servicio de Salud Antofagasta (...) consulta si (…) puede convenir con la Universidad de Antofagasta que ejecute, por cuenta de aquel y mediante el pago de un precio, algunas acciones de salud en el inmueble - en el que funcionaba el Hospital Regional de Antofagasta- que el Servicio le entregara en comodato, con sus bienes muebles e inmuebles por adherencia o destinación".

Así inicia el apartado de antecedentes del dictamen emitido por la Contraloría sobre si el SSA está habilitado para traspasar el antiguo inmueble del Hospital Regional, ubicado en avenida Argentina, a la Universidad de Antofagasta, recinto en donde a la fecha opera el Hospital Clínico de dicha casa de estudios.

Hasta ese punto un respaldo a las gestiones a nivel regional. En el dictamen se confirma que "el director del Servicio cuenta con atribuciones para celebrar un contrato de comodato con la Universidad de Antofagasta sobre el inmueble de que se trata".

El conflicto aparece en el dictamen, cuando la CGR, en palabras simples, recalca que el hospital clínico debe ser administrado directamente por la casa de estudios, y no a través de la Fundación Red de Salud de la UA, como lo hace hasta ahora.

Según los antecedentes, la UA "creó ese hospital como una más de sus unidades, dependiente de la Rectoría, erigiéndose como un establecimiento docente, campo clínico y centro académico de investigación, que funciona, en parte, con recursos humanos y financieros de la universidad en el inmueble recibido en comodato celebrado con el Servicio de Salud Antofagasta. Sin embargo, se advierte que también funciona con recursos humanos aportados por la Fundación Red de Salud de la Universidad de Antofagasta", entidad constituida como una persona jurídica sin fines de lucro, que administra los ingresos generados por el centro asistencial.

Recursos propios

Con todo, el ente contralor estipula que "es útil anotar que esa casa de estudios cumple a través de su hospital las funciones públicas y misión que se contemplan y regulan en los artículos 1° y 4° de la citada ley N° 21.094. Por ello, la administración de esa unidad no puede ser encomendada a la fundación en términos tales que importen el traspaso y desarrollo de esas funciones, las que deben ser ejecutadas por la propia universidad, con su personal y sus recursos, no por un ente ajeno".

Lo anterior, se argumenta en que "esa figura involucra la gestión de recursos públicos, lo que no se ajusta al criterio señalado en el dictamen N° 15.948, de 1996, que precisa que dicha circunstancia requiere de una autorización legal", tarea para la que la fundación no está habilitada, tanto para percibir o ejecutar los recursos que el HCUA genera o que sean aportados por la Universidad de Antofagasta.

Con todo, la Contraloría señala que la UA está facultada para crear un recinto hospitalario con el fin de ser un establecimiento docente, campo clínico y centro de investigación. "Y como consecuencia de ello le corresponde proporcionar el personal que cumplirá las tareas académicas y de investigación en ese centro asistencial, pudiendo la aludida fundación solo colaborar, apoyar y promover la docencia y la investigación científica que, de acuerdo a la mencionada normativa, puede desarrollar esa institución de educación superior".

30 días

El texto cierra señalando que la UA "informó que en un tiempo próximo implementará un modelo que contempla la incorporación a su dotación de la totalidad del personal que labora en su hospital clínico y que los ingresos por prestaciones realizadas en este pasen en su totalidad a su presupuesto, ello, junto con el hecho de que esa casa de estudios asuma la administración de aquel".

Al respecto, la CGR precisa que esto "deberá ser concretado a la brevedad, informando a la Contraloría Regional de Antofagasta, dentro del plazo de 30 días hábiles contado desde la notificación del presente dictamen, acerca del cronograma dispuesto para materializar todo lo anterior".

Capacidad financiera

Consultados, desde la Universidad de Antofagasta aseguraron que "el dictamen surge de una consulta conjunta entre la Universidad de Antofagasta y el Servicio de Salud, relacionada con el contrato de comodato y prestación de servicios. Ante cualquier duda, ambas instituciones realizaron la consulta correspondiente a la Contraloría, que emitió su opinión al respecto. En ese sentido, la universidad cuenta con la capacidad financiera y de recursos humanos para administrar el HCUA".

En ese contexto, desde la casa de estudios explicaron que "la Contraloría General de la República señaló hace algunos años que la Universidad no tenía la autorización para brindar servicios de salud. En respuesta a esta observación, en 2018 se estableció la fundación como un ente colaborador destinado a llevar a cabo dichos servicios".

"Actualmente, estamos implementando el dictamen y presentaremos a la Contraloría un plan detallado sobre el proceso de incorporación del hospital a la universidad", afirmaron, y agregaron que "antes de recibir el dictamen de la Contraloría, ya habíamos incorporado alrededor del 70% de las actividades y la administración en la casa de estudios".

Finalmente, aseguraron que "es un respaldo importante. Ahora la universidad tiene la capacidad de administrar directamente el HCUA, algo que no podía hacer en el pasado. El dictamen también sienta un precedente positivo para otras universidades estatales que desarrollan proyectos similares. Esta noticia es excepcional tanto para la universidad como para la región, ya que nos habilita no solo para proporcionar servicios médicos de alta calidad, sino también para formar especialistas en salud con estándares elevados. Además, nos permite consolidarnos como un establecimiento docente, campo clínico y centro académico de investigación, según lo indicado en el dictamen de la Contraloría".

Mientras, el doctor Francisco Grisolía, director del SSA, señala que su entidad y la UA "están trabajando en la entrega del edificio para que éste sea un hospital de mediana complejidad, perteneciente a la red asistencial, cuya habilitación (de la infraestructura) se presente como proyecto al Gobierno Regional, que entregue una cartera de prestaciones definida por el Servicio de Salud y financiadas por Fonasa, administrado por la UA, quien además podrá agregar otros servicios asistenciales para terceros, con la debida autorización del SSA y del Minsal".

"Con este enfoque, se trata de una relación ganar-ganar: La universidad dispondrá de un campo clínico administrado directamente, donde podrá desarrollar docencia, investigación y extensión, (mientras que) el Servicio de Salud podrá cerrar brechas asistenciales, liberando de paso recursos del Hospital Regional que hoy se emplean en resolver atenciones menos complejas, para que pueda destinarlos a las de mayor complejidad", define Grisolía.