Vecinos de Juan López critican masivo empleo de toldos en sector de playa
DENUNCIA. El arriendo y uso de estos implementos reducen al mínimo espacios para veraneantes.
La nueva temporada de verano, con la masiva llegada de bañistas al litoral, ha vuelto a evidenciar el extendido uso de toldos en distintos sectores costeros. Una práctica hoy causante de una creciente molestia entre residentes y visitantes de la pequeña playa de Juan López.
El origen de la molestia: los amplios espacios ocupados por estos implementos, que reducen la zona de playa para quienes optan por quitasoles o solo toallas. Imágenes difundidas por vecinos de este balneario, ubicado a unos 28 kilómetros de Antofagasta, muestran el copamiento casi total de toldos azules en la franja de arena de su costa.
A esto se agrega, según afirman, consumo de alcohol y preparación de asados bajos estas mismas cubiertas usadas para hacer sombra. Largas hileras de estas estructuras cubiertas de plásticos y lonas, en su mayoría azules, se observan en el lugar principalmente los fines de semana.
"En la mayoría de los toldos hay trago y gente haciendo asado en la misma playa. Eso no está autorizado, pero aquí las concesionarias poco ponen empeño en permitir que la gente ponga parrillas. Incluso en la misma arena las instalan. Ponen dos bloques, una rejilla y hacen el asado. El problema es que después se van y cavan y deja eso (carbón) bajo la misma tierra. Uno después puede ver el carbón hasta encendido. Hay mucho problema con eso en la playa, incluso habiendo dos concesionarias", dice Loreley Palacios, dirigenta vecinal de Juan López.
"Eso llama mucho la atención, como también los toldos. La gente reclama. Los vecinos dicen que van a la playa y no hay lugar donde instalarse, porque está lleno de toldos. Incluso a veces los toldos no están con gente, pero lo que pasa es que es que los tienen para arrendar, y desde la primera hora, ya desde las ocho de la mañana están instalados. Uno no se puede instalar debajo, porque te cobran. No hay espacios, entonces, para que la gente ponga su quitasol y toalla, siendo una playa tan linda, tan hermosa, pero pequeña también. Creo que sería fácil para la autoridad controlar, pero aquí no hay control", agrega.
Según esta representante vecinal, a esta dificultad se añade la acumulación de desperdicios en distintos sectores de la localidad debido al retiro de unos 20 contenedores de basura por parte del municipio. Según comentan residentes del lugar, la razón habría consistido en que estos se hallaban sobre superficies que no contaban con los requerimientos para la instalación de estos recipientes, como una base sólida o pavimentada.
De acuerdo a datos de la Armada, el listado de las ocho playas habilitadas en la región incluye a las comunas de Antofagasta (4), Mejillones (2) y Tocopilla (2). En el caso Antofagasta, entre las playas aptas para baño figuran: el Balneario Municipal, El Trocadero, Playa Paraíso y Juan López.
Este verano diversas fuentes han reconocido una serie de incivilidades en sectores de playas, como consumo de alcohol y drogas. A esto se agrega el casi nulo cumplimiento a la denominada Ley "Chao Colillas" (Nº 21.413). Una norma promulgada en enero de 2022, que prohíbe fumar en playas de mar, río o lago, como también arrojar colillas en la vía pública.
Larga data
María Alejandra Torres, también residente de Juan López, reconoce que este sector del litoral de Antofagasta arrastra una serie de desventajas desde hace años, incluido el caso de los toldos. "Yo llevo 17 años en Juan López y la verdad es que nunca ha sido muy regulado este tema. Se supone que quienes tienen potestad para regular la playa, son los concesionarios, que la Marina otorga año a año. Ahí, entonces, hay un tema importante de quién toma como concesionario la playa y quién establece las reglas. Pero la verdad es que Juan López se desborda los fines de semana, y el tema de los toldos es algo que ocurre desde hace unos cinco años. Los toldos como que se toman la playa y no dejan espacio para que la gente ponga sus quitasoles. Esto perjudica a Juan López, una playa tan bonita y además es tan segura para los niños y la gente adulta. No es una playa con gran marejada. Pero se llena de toldos, no lo regulan y llega a ser en un minuto mejor no bajar a la playa los fines de semana. Los toldos para una familia de seis o siete personas es fantástico. Te sirve, obvio, pero es una playa es chica. No es una playa como para que haya tantos. Más allá de que se haga usufructo con eso, están como muy a la orilla. No dejan espacio, aunque depende siempre de la marea. Cuando hay marea baja hay harta extensión de playa, pero cuando el agua está alta no es tan así y como que tienes todos los toldos encima de la orilla", opina.
"Tampoco hay baños ni camarines. No hay donde hacer las necesidades, entonces, la gente ocupa los roqueríos. Es una cochinada muy grande eso. Se supone que se iba a mejorar con un proyecto que se ha ido quedando en nada con el paso del tiempo", explica Torres, sobre otras carencias de este balneario.