Crece la amenaza del cáncer
En nuestra región la tasa de mortalidad por esta enfermedad siempre fue alta. Lo malo es que no se ha hecho o lo que hizo no fue lo correcto para disminuirla y hoy encabezamos este triste ranking en el país. El Minsal tiene que reorientar su labor y generar políticas que vayan directamente a combatir este grave problema que aflige a la región y que requiere de una intervención más decidida.
No es para nada descabellada la moción del Colegio Médico de Antofagasta de solicitar la declaración de Emergencia Sanitaria Oncológica en la región, ello tras el estudio del Minsal que la sitúa en el primer lugar en tasa de mortalidad por esta enfermedades el país.
El cáncer ha sido un enemigo histórico en esta parte de Chile y siempre se ha abordado con demora, cuando ya ha avanzado a un nivel que las muertes se tornan incontrolables. Pasó con las afectaciones producto del arsénico en el agua, que muchos años después y tras la presión ciudadana se logró enfrentar el tema con la instalación de plantas de tratamiento.
Eso lo conocimos y algunos lo vivieron, por ello hoy que vemos como este mal avanza sin control es necesario tomar medidas que apunten a descubrir y combatir las razones de la mayor prevalencia y en lo inmediato entregar una buena atención a quienes la padecen, poniendo énfasis en la detección temprana y un mejor tratamiento.
En ambos casos se requiere de una inversión, la que deberá hacerse para el bienestar de la población.
Es allí que se entiende la posición del Colmed de Antofagasta, porque este tipo de decretos permite a los municipios realizar algunos cambios presupuestarios para destinar recursos con ese propósito.
Claramente que la tarea no será solo de los jefes comunales y sus dispositivos de Salud. El Minsal tiene que reorientar su labor y generar políticas que vayan directamente a combatir este grave problema que aflige a la región y que requiere de una intervención más decidida.
Los casos aumentan porque la tarea está mal hecha y eso se remedia con un mayor compromiso de los directos involucrados y toda la sociedad. Lo peor es la inacción y de ello debemos ser todos parte, exigiendo y generando apoyos y soluciones.