'Gabinete silencioso' y seremis subrogantes marcan segundo año del Gobierno en la región
BALANCE. Para expertos, al panorama regional se suma la postergación de las materias de descentralización, atrasadas luego que estallara el Caso Convenios.
El Gobierno del Presidente Gabriel Boric cumplió dos años desde que asumió el cargo. Un periodo marcado por la seguridad pública y la economía como los puntos críticos que ha debido resolver mientras está en La Moneda, además de haberse visto fuertemente marcado por el Caso Convenios, que involucró a militantes de los partidos más fuertes del Frente Amplio.
En Antofagasta, la Delegación Presidencial (DPR), cabeza del Ejecutivo en la región, se encuentra actualmente con tres seremis sin titular: Gobierno - a cargo de las vocerías-, Agricultura y Desarrollo Social, algunas, como en el caso de la primera, están acéfalas desde el año pasado, aun cuando se trata de una secretaría importante para aterrizar las acciones del gobierno a nivel regional.
Francis Espinoza, doctora en Ciencias Políticas y académica de la U. Católica del Norte, recuerda que el Gobierno de Boric "contó con menos tiempo de implementación de equipos de trabajo dada la presión política y ciudadana, y las altas expectativas generadas por la campaña y el programa de Gobierno". En esa línea, plantea que, "a nivel regional, pareciera ser que nunca logró una instalación sistemática, dado a que existen varias seremis sin autoridad, especialmente en Gobierno".
Espinoza también apunta a que se observa "poca articulación con otras autoridades y más bien un gabinete silencioso, donde no se conocen las figuras ni tampoco las acciones". En todo caso, resalta avances "en los temas de recuperación de espacios y movilidad vial, con una coordinación directa con las policías en puntos claves de congestión luego del receso veraniego, y algunos avances en temas de la delincuencia en la región".
Definiciones ideológicas
En otra arista, Darío Quiroga, analista político de La Cosa Nostra, comenta que el éxito o fracaso de los gobiernos se puede evaluar dependiendo de cómo sortee los desafíos del día a día.
"Por ejemplo, si la seguridad ciudadana es la temática número uno que define la ciudadanía, entonces uno tendrá que evaluar mes a mes si lo que va haciendo el Gobierno lo enfrenta de buena manera o de mala manera", explica.
Sin embargo, también sentencia que una forma de ponderar la gestión es la realización de sus respectivos programas, sobre todo la administración de Boric, el que es "un gobierno que no venía a administrar lo que había, sino que venía en gran parte a hacer un cambio radical de muchas cosas. Y en ese sentido, cuando uno evalúa el programa, las definiciones hechas, la verdad es que ha sido evidentemente muy insatisfactorio".
"Yo creo que eso es especialmente doloroso para quienes son cercanos al Gobierno de Gabriel Boric ver que grandes temas que eran fundamentales, y que fueron enarbolados por el actual Presidente en tiempos de campaña de manera muy intensa, han quedado absolutamente fuera de la agenda. Por ejemplo, el tema del TPP-11, la reforma o refundación a Carabineros, e incluso el tema del CAE, que era una de las banderas de lucha importantes de este Gobierno y de esta generación del Frente Amplio", añade Quiroga.
"Ya en los dos años que quedan este no va a ser un gobierno reformador, eso no hay ni una posibilidad que lo sea", recalca el analista político, "y eso por supuesto también tiene que ver con que no tiene mayoría ni en la Cámara de Diputados ni en el Senado". En esa línea, entonces, Quiroga asegura que la administración de Boric "va a tratar de ir consolidando algunos pequeños pasos más o menos tímidos, como por ejemplo tratar de avanzar en la reforma de pensiones y en algunas reformas más, sumado a algunas iniciativas que por supuesto son interesantes, como el de las 40 horas y el Royalty, por supuesto son siempre avances, pero que bajo ningún punto uno podría haber pensado previamente, antes de que empezara el Gobierno, que iban a ser las grandes obras que iba a lucir Boric a la mitad de su mandato".
Descentralización
Marcelo Mella, cientista político de la Usach, destaca "una curva de aprendizaje del oficialismo que corresponde al Frente Amplio y al Presidente Boric, que tiene cierta complejidad para asumir en propiedad un gobierno que es minoritario, y que enfrenta una situación doble de crisis, la crisis derivada de la polarización del país post estallido, y los problemas derivados de la crisis sanitaria del Covid que genera un impacto económico y social muy fuerte".
Y si bien el aprendizaje parece "exitosa para los nuevos liderazgos del Frente Amplio y para el Presidente Boric, se transforma también en una pesada mochila", manifiesta Mella, porque, a su juicio, "no contribuyen a la apropiación adecuada de las condiciones complejas en las cuales tiene que asumir el poder el Gobierno".
Entre los desafíos, el cientista político menciona retomar los trabajos de descentralización, un proceso que, observa, se vio retrasado por el Caso Convenios, dado a que "paralizó un proceso de modernización y descentralización a nivel territorial que el Gobierno había comprometido".
"Creo que ahí hay un desafío de poder retomar la agenda de descentralización con mayores controles institucionales, probablemente, pero no abandonar el tema de la descentralización que es un tema que el país requiere en los próximos años", propone Mella.