Frenessí, un "Disney gastronómico" que busca llevar al futuro la cocina a lo largo de argentina
"Bienvenidos al futuro" es la frase que se escucha mientras los comensales abordan una cápsula cuyas imágenes y sonidos preparan las papilas gustativas para un viaje en el tiempo y a lo largo de Argentina.
Así es Frenessí, la propuesta gastronómica que llegó hace unos meses al país del asado, los mates y las empanadas para trasladar a sus clientes a un futuro utópico y encontrarse allí con "una cocina tecnoemocional".
"Es una cocina tecnoemocional, mezcla la tecnología a través del gusto, del olfato y de todo lo que se va proyectando en la sala", declara a EFE el chef Leandro di Mare.
Esta "experiencia inmersiva, multisensorial de alta gastronomía", según lo define uno de los socios, Jairo Esteban, arranca por la Patagonia, donde un vino espumoso y un salmón con granita reciben a los pasajeros de esta travesía culinaria.
"Comer pescado en tu casa cambia el sabor totalmente, por más que sea la misma receta, si te lo comes en la playa con una vista espectacular sintiendo la brisa. Nosotros quisimos trasladar eso para que cada uno de ellos viaje a diferentes mundos con diferentes espacios", dice Esteban.
Esta innovadora oferta gastronómica fue desarrollada por el Grupo Seratta por primera vez en Colombia y, tras un exitoso recorrido en Bogotá, llegó a Buenos Aires con un menú adaptado que pretende dar a conocer los sabores de toda Argentina, sin dejar de lado la armonía entre el gusto, los olores, los sonidos e incluso la temperatura de cada sitio.
"Nos enfocamos en lo delicioso de cada plato y le damos al cerebro esa capacidad de vivirlo más intensamente porque los llevamos a lugares donde pueden disfrutar más de ese plato", recalca Esteban.
La cápsula hace una parada en la selva de Misiones para degustar un conejo al romero con parmesano y yacaratia -una madera comestible de la región- y, bajo los sonidos agrestes de la naturaleza de Iguazú, el chef cuenta que todo el producto con el que trabaja es nacional.
"La cocina es 100 % argentina en cuanto a los ingredientes, aunque hay recetas y técnicas de otros sitios. Es alta cocina aplicada con algunas técnicas de cocina molecular y otras muy clásicas", expresa Di Mare.
Ambos cuentan que la parte tecnológica de la experiencia fue la más dura de desarrollar, ya que la grave crisis que atraviesa Argentina complicó la importación de material informático.