La Influenza es una patología que históricamente ha generado fallecimientos en Chile, especialmente durante invierno. De hecho y hace unos días, la Subsecretaria de Salud indicó que durante el 2024 y la fecha, la influenza y las neumonías, habían causado más de mil quinientos decesos a nivel país. Reiteradamente hemos indicado que la Influenza no es un resfrío fuerte, sino una patología compleja, que provoca dolor de cabeza, fiebre, dolor muscular y de huesos al punto que el paciente se ve obligado a guardar reposo.
Se trata de una enfermedad que puede agravarse, especialmente en los grupos de riesgo como los adultos mayores de 60 años, niños entre 6 meses y 10 años, embarazadas y población crónica. El Ministerio de Salud toma tan enserio este tema que cada año busca inocular a la ciudadanía a nivel nacional, destinando una importantísima cantidad de recursos y esfuerzos. Las metas del Gobierno y del ministerio son exigentes: más de 9 millones 400 mil personas en el país, de las que ya se han vacunado más de 6 millones 500 mil.
En el caso de la Región de Antofagasta, son poco más de 316 mil, de las que a la fecha hemos inoculado más de 216 mil, lo que representa un avance del 68,23%.
Tenemos la satisfacción que la adherencia a la Campaña durante este 2024 es superior a igual fecha del 2023, un 12,7% superior, exactamente en términos regionales. Las nueve comunas de la región han experimentado un aumento de sus coberturas con relación al año pasado, Capital Regional 30,3%, Calama 12,53%, María Elena, 17,93%; Mejillones, 11%; Ollagüe 26,53%; San Pedro de Atacama, 4,23%; Sierra Gorda, 22,93%, Taltal 23,13% y Tocopilla, 18,83%.
Aún así, restan más de 100 mil personas por inocular, especialmente en los segmentos de mayores de 60 años, embarazadas y niños entre 6 meses y los 10 años, por lo que resulta imprescindible tomar conciencia de ello e incentivar a los familiares y seres queridos para que participen de esta instancia de inmunización. Paralelamente, resulta de la más alta urgencia, recordar las medidas preventivas de autocuidado aprendidas durante la pandemia Covid-19 y aplicarlas de forma permanente. Entre éstas, el lavado frecuente de manos, limpieza de las superficies, ventilación de las habitaciones y uso de la mascarilla si la persona está expuesta a aglomeraciones o en caso de presentar síntomas.
Por otra parte, cada ciudadano debe conocer e identificar los signos y síntomas de gravedad. En los niños menores de 5 años: respiración rápida, hundimiento de las costillas, silbidos en el pecho, orificios de la nariz que se abren al respirar y labios azulados.
En las personas de 65 años y más, sensación de ahogo, respiración rápida, desorientación, 38° o más de temperatura axilar y falta de retención de orina o deposiciones. En cualquiera de estos casos, se debe consultar de inmediato a un consultorio, SAPU o SAR.