"Marcela Hernando está mucho mejor posicionada que Ricardo Díaz para esta elección"
Pedro Araya Guerrero, senador PPD, tiene una convicción: la candidata mejor posicionada del sector para las elecciones de gobernador en octubre próximo es la exministra Marcela Hernando Pérez.
Su juicio viene a confirmar la distancia que mantiene con el actual gobernador Ricardo Díaz Cortés -y hasta ahora el ungido por el PPD-, de quien asegura perdería en los próximos comicios. En opinión del senador, Díaz tiene un trabajo territorial deficiente y un equipo equivocado, razones que explican el juicio crítico que tiene sobre la administración.
Reformas cosméticas
A horas de la cuenta pública, ¿cuál es su evaluación de estos tres años del Presidente Gabriel Boric?
- Es un gobierno que parte con muchas ilusiones por parte de la ciudadanía de que habrán cambios estructurales y con un gobierno decidido a impulsar esos cambios, pero que desgraciadamente choca con la realidad. En la práctica, tuvo dos grandes problemas: el primero tiene que ver con los temas económicos, porque para nadie es un misterio que cuando el Presidente Boric gana, recién se empiezan a ver los primeros brotes verdes de la economía y en segundo lugar con un tema de carácter político porque el gobierno no tenía mayoría en el Congreso, lo que quedó claramente demostrado a partir de marzo de este año cuando la derecha asume el control total del Senado, lo que en la práctica va a significar que el gobierno no va a poder llevar adelante o no va a poder sacar las reformas estructurales planteadas en la campaña. Probablemente, las pocas reformas que veremos serán de carácter cosmético.
¿Esto lo definiría como que como un fracaso o un golpe de realidad?
- Como un golpe de realidad. No se va a poder cumplir las promesas porque las condiciones económicas no están dadas, ya llevamos más de la mitad del gobierno y ha sido imposible destrabar una reforma o un pacto tributario y en segundo lugar porque el gobierno no tiene mayoría en el Congreso o sea, no tiene mayoría en el Senado lo que la práctica imposibilita llevar adelante cualquier reforma estructural.