¿Qué leer? En el Día del Niño,
"Papelucho es un libro que ha influido en varias generaciones de lectores chilenos y también en muchos lectores de otros países dado que ha sido traducido a numerosos idiomas". Marcela Mercado R., Gestora Cultural
En este Día del Niño, si queremos pensar en Literatura infantil, inmediatamente se dispara el que podríamos considerar el mayor clásico de este género: Papelucho, de Marcela Paz.
Papelucho es un libro que ha influido en varias generaciones de lectores chilenos y también en muchos lectores de otros países dado que ha sido traducido a numerosos idiomas, entre los que destacan el francés, griego, ruso y japonés.
A Papelucho, aparecido en 1947, le siguió la publicación de una serie de libros sobre el personaje infantil que terminó conformando una saga de doce volúmenes integrados por Papelucho casi Huérfano; Papelucho Historiador; Papelucho Detective; Papelucho en la Clínica; Papelucho Perdido; Papelucho, mi hermana Ji; Papelucho Misionero; Diarios escritos de Papelucho y el marciano; Papelucho, mi hermano hippie; Papelucho en vacaciones y Papelucho soy dixleso de 1974.
Papelucho fue escrita en 1933, pero recién apareció publicada en 1947, luego de que el texto ganara el Premio de honor de la Editorial Rapa Nui. El libro no sólo se convirtió en un éxito editorial, sino que también obtuvo el reconocimiento de buena parte de la crítica literaria, de hecho contó con la bendición de Alone, uno de los mayores críticos de la época. Para el año 2019, el diario popular chileno, La Cuarta, tituló: "Harry Potter es un cabro desabrido al lado de nuestro querido Papelucho". La escritora Alejandra Costamagna, en su ensayo "Papelucho, la infancia perpetua" señaló que "el personaje, sin duda, ya es parte del sistema nervioso nacional. Papelucho es flaco, feo e ingenuo, pero su huella ha quedado perpetua en la historia de la literatura infantil chilena y, acaso, en la historia de la literatura infantil universal."
Papelucho cuenta las travesuras e ingeniosas ocurrencias de un niño de 8 años perteneciente a la clase media chilena. Marcela Paz adopta el formato de diario de vida en que Papelucho da a conocer sus diversas aventuras. Un punto interesante, es la justificación que Papelucho entrega para hacerse cargo de la narración del libro "lo que sucede es terrible, muy terrible. Anoche me he pasado la noche sin dormir y yo sé que mientras no lo halla contado, no podré dormir. Le pregunté a la Domitila que qué hacía ella cuando tenía un secreto terrible: se lo cuento a otra, me contestó. Pero si es algo que no se puede contar a nadie? Entonces lo escribo en una carta, me dijo. Es algo que no puede saberlo nadie. Entonces, escríbeselo a nadie, me dijo y soltó la risa. He decidido en escribirle a nadie."
A partir de esa carta a nadie, Papelucho comienza a narrar las diferentes aventuras que atraviesa en un entorno familiar compuesto por sus padres, sus hermanos y la infaltable nana Domitila. Así mismo el niño es un personaje marcado por su deseo de hacer el bien, aun cuando sus decisiones terminan, en la mayoría de los casos, arruinando las cosas más que mejorándolas. Tal vez el rasgo más entrañable del personaje es la desbordante imaginación que tiene para desarrollar ideas disparatadas, así, por ejemplo, intenta crear un sistema de moscas mensajeras que no tiene éxito o desarrolla alucinantes inventos en su casa. Un buen ejemplo del funcionamiento y el humor del personaje lo podemos encontrar en el siguiente fragmento de la novela: "La Domitila todavía no se ha muerto. Yo hice una manda para que no se muriera y prometí ser santo. Hoy regalé todas mis cosas porque, para ser santo, es necesario regalarlo todo, todo, menos mi pelota de fútbol, mi escopeta, mi revólver, y otras cosas que necesito. Yo no me creo santo, porque los santos nunca se creen lo que son. Me gustaría que Javier también fuera santo y me regalara su raqueta. Cuando yo sea santo, voy a hacer verdaderos milagros y que los pobres tengan aviones y cosas por el estilo."
La novela trasciende lo meramente infantil porque hay una mirada muy crítica a una sociedad androcéntrica. Hay un paseo por la sociedad chilena, además de un importante trabajo con el lenguaje, que insertan el texto en la tradición narrativa de Chile. Cambia el léxico, ya que recoge frases de la tradición oral: "quedar perpetuo", "quedar putrefacto", "choriflai" o "ipso facto"
Esther Hunneus, verdadero nombre de Marcela Paz, nació el 29 de febrero de 1902 en Santiago y falleció en la misma ciudad el 12 de junio de 1985. Siempre se mantuvo muy al margen de la vida social literaria debido a su carácter candoroso, desprejuiciado, algo ingenuo y muy espontáneo. Ella rescata muchas cosas de la cotidianeidad. La escritora Alejandra Costamagna ha dicho de ella, que desarrolla una especie de filosofía de la cotidianeidad, con ingenio, que se trata más que de una literatura meramente infantil, ya que es muy cuestionadora. Marcela Paz fue galardonada con el Premio Nacional de Literatura en 1982, convirtiéndose en la tercera mujer en ganarlo, luego de Gabriela Mistral en 1951 y Marta Brunet en 1961.