Ars teatre
Aunque en Occidente el teatro aparece por los siglos V y VI antes de Cristo, para formar ética, moral y cívicamente a los ciudadanos, se cree que el ateniense Tespis partió antes, en el siglo VII a.C.
El teatro en las civilizaciones griega y romana representaba obras al aire libre, en construcciones escalonadas. Sus teatros persisten hasta hoy en Grecia: Dodona, Epidauro y Argos. En Tréveris, Alemania, me tocó visitar una de aquellas obras, recuerdo del Imperio Romano por las tierras del norte europeo.
Los primeros dramaturgos fueron Sófocles (Edipo Rey y Electra), Esquilo (La Orestiada) y Eurípides (Medea). Aristófanes se encargó de la comedia, entre otras, con Los Caballeros, que para el año 424 a.C. ya habían dejado de serlo.
Tras un extenso período histórico en Occidente, durante la Edad Media fueron de cultivo las obras de contenido religioso. Desde el siglo XIV, con el Renacimiento, muestran la cara expresiones sociales, políticas, económicas, nacionalistas y hasta personales. Allí encontramos a Shakespeare y Cervantes. Más tarde García Lorca, Chejov y Brecht.
En lo contemporáneo aparece el influjo de la música, la danza, la gimnasia trapecista y la iluminación artística. Los géneros teatrales se han diversificado, apalancados por la tecnología y sus bondades.
En Chile, dramaturgos famosos han sido Sieveking (Animas de Día Claro, La Remolienda), Isidora Aguirre (La Pérgola de las Flores) y el tocopillano Andrés Pérez con el Popol Vuh.
Hoy, que era esperable, el teatro ha saltado a la televisión, con escaso éxito, pero, oh sorpresa, con grandes resultados en las redes sociales.
De hecho, los microdramas han tomado por asalto al mundo del entretenimiento. Han revolucionado la forma de contar y consumir historias.
Quienes llevan la delantera en estas representaciones teatrales de escaso presupuesto y mínimo libreto son los chinos. La tendencia se extendió como plaga por todo el territorio mandarín, pero Zhengzhou se ha erigido como un centro de producción clave. Es el Hollywood chino de los micro-relatos, un imán que atrae a muchos productores.
A medida que este sector teatral productivo evoluciona, está transformando no sólo el panorama del entretenimiento, sino también las vidas de quienes intervienen en sus producciones, proveyendo de nuevos espacios laborales a quienes participan de la experiencia.
Hace una semana fue presentado en la Biblioteca Regional un microrrelato biográfico fílmico sobre la vida de la artista Nelly Lemus. La producción en stop motion utilizando maquetas de plasticina, con un elevado nivel técnico, representa en nuestra región la primera experiencia que seguramente se filtrará con rapidez por las redes sociales, dando cuenta de un fenómeno moderno en el ars teatral, de paso convocando los principios de los cuales, al inicio, presumió la televisión: educar, entretener e informar.
Gustavo Alex Tapia Araya,
docente y escritor.