Conducción bajo los efectos del alcohol
Es fundamental continuar impulsando campañas para dejar de normalizar el beber y conducir en cualquier circunstancia. El asunto no puede abordarse solo con la represión o más carabineros en las calles y carreteras. El cambio debe ser cultural: simplemente no puede combinarse alcohol y conducción.
Varios decesos -todos evitables- dejó la extensa celebración de Fiestas Patrias de este año en nuestra región de Antofagasta y el país y muchos accidentes volvieron a tener como un protagonista al consumo de alcohol. El asunto es preocupante si es que quienes asumen las labores de guiar un vehículo motorizado siguen teniendo la práctica de beber.
Si bien el año 2023 hubo una baja en el número de accidentes de tránsito y fallecidos en comparación con 2022 en la misma festividad (15 muertes menos, 34% menos accidentes y 35% menos lesionados), la realidad es que aún queda mucho por hacer para lograr una mayor toma de conciencia entre los conductores y erradicar de raíz prácticas que pongan en riesgo la seguridad de conductores y de todos quienes se desplazan por el espacio público.
Según la "Radiografía del Consumo de Alcohol para Fiestas Patrias", realizada por Aprocor y Cadem, tres de cada diez conductores admite haber manejado bajo los efectos del alcohol en celebraciones anteriores. Aún más preocupante es que un 83% de los encuestados indica que su mayor temor al manejar ebrio es ser detenido por Carabineros, por sobre la posibilidad de causar un accidente.
Si bien se han logrado avances en materia de seguridad vial relacionada al consumo de alcohol, lo cierto es que se debe seguir trabajando para que este tipo de percepciones tengan un cambio profundo, ya que de ello dependerá disminuir el número de accidentes viales causados por conductores que manejan tras beber alcohol, muchos de los cuales terminan -incluso- con víctimas fatales, tal como lo hemos visto estos días.