Manchester City luchó hasta el epílogo para romper el muro del Arsenal y empatar
INGLATERRA. Los Gunners se llevaban un triunfo con diez jugadores del Etihad Stadium, pero en los descuentos apareció Stones para decretar el 2-2 definitivo.
La resistencia de un Arsenal con un David Raya imperial, se desplomó en el último instante del tiempo añadido, cuando John Stones frenó con el 2-2 definitivo en el minuto 98 el golpe de autoridad de Mikel Arteta ante el maestro Pep Guardiola, después de remontar el tanto de Erling Haaland y sobrevivir toda la segunda parte en inferioridad por la rigurosa expulsión de Leandro Trossard.
Los Gunners lamentarán cada final de acto que dejó sin el premio del triunfo a un gran ejercicio defensivo, en una larga batalla con diez futbolistas. Sin balón ni intención de tenerlo, anulando a Haaland para cortar al equipo de Guardiola que jugó al ataque.
No decepcionó el enfrentamiento de los grandes candidatos al título. En igualdad de condiciones, la primera parte exhibió intensidad desde el primer segundo cuando el partido ya comenzaba torcido para Rodri. Nada más tras sacar del centro era derribado por un fuerte golpe de Kai Havertz que dejó entrever cuentas pendientes. Saltaron chispas desde el arranque.
Un City que regresó a la vulnerabilidad defensiva mientras que el Arsenal estuvo con once jugadores en el campo. Y eso que inició el partido imponiendo la 'ley Haaland'. Diez goles en cinco jornadas. Definiendo con calidad a los nueve minutos, con el exterior del pie en plena carrera, a la presentación perfecta del pase al espacio de Savinho.
El Arsenal reaccionó con entereza al golpe y se levantó con personalidad en la casa del campeón. Comenzó a aparecer a Gabriel Martinelli, siempre superior en el pulso con Kyle Walker, y se salvó gracias al poste que evitaba el tanto de falta de Ilkay Gündogan.
Los Gunners mostraron picardía en una acción que provocó la ira de Guardiola. Saque rápido de una falta, que provocó el rápido ataque, la aparición de Martinelli y el estreno perfecto de titular de Riccardo Calafiori con un zurdazo de dentro hacia fuera que acabó en el ángulo.
El Arsenal se parapetó en su terreno con dos líneas férreas de cinco en lo que no sabía era un ensayo para el segundo acto. El City añoró a Kevin De Bruyne -lesionado-, buscó los extremos Jérémy Doku y Savinho pero nunca encontró a Haaland, frenado por el gran marcaje entre William Saliba y Gabriel Magalhães. Su dominio improductivo fue castigado a balón parado. En el añadido aparecía el poderoso salto de Gabriel, que ya había perdonado una, para mandar un saque de esquina a la red en el segundo palo tras dejar en evidencia la marca y el juego psicológico de Walker.
En los descuentos llegó la expulsión por segunda amarilla a Trossard. Y en el segundo tiempo el tanto del empate. El panorama cambió por completo. Al Arsenal, con diez jugadores, no le quedó otra opción que renunciar al balón y encerrarse. Al City atacar sin descanso, atravesar por diversas fases y acabar pasando de la desesperación al alivio.
Necesitó de 26 disparos en el segundo acto para salvar un punto. Hasta 33 en total, con once paradas de Raya que, por momentos, pareció insuperable. Los disparos de Kovacic, Rúben Dias, Manuel Akanji y Walker llegaban con un 91% de posesión del monólogo local.
El Arsenal era una línea defensiva de nueve jugadores para impedir pases al espacio y verticalidad. Un ejercicio de resistencia que acarició romper la racha de 47 partidos invicto del equipo de Guardiola en el Etihad hasta que en el 98, en la última jugada del partido, dos acciones de Jack Grealish encontraron el premio en un balón muerto mandado por John Stones a la red.