"Hemos notado que las personas están más empoderadas en temas de conservación"
Nacida y criada en Antofagasta, Dastchkova Córdova tomó este año un reto: presidir la Fundación Humboldti, organización con un objetivo claro: resguardar al pingüino de Humboldt, concientizando a la población sobre la importancia de esta especie, su hábitat y por qué su resguardo impactará positivamente en el resto de fauna del sector.
De profesión periodista, en esta entrevista aborda los sueños que tiene junto a Humboldti y sus desafíos, además de cómo nace su pasión por los animales salvajes.
¿Cuál era tu lugar favorito de la región en la infancia?
-Me gustaba ir con mis papás a un mirador que quedaba por Coloso, no sé si aún existe. Me decían que allí había serpientes y lo único que quería era ver una. Por supuesto que era mentira, pero sirvió para despertar en mí la curiosidad por ver animales salvajes.
Si pudieras recomendar algo de la región, ¿qué sería?
-Les recomendaría a las personas que vayan a conocer la Reserva Nacional La Chimba. Detrás de los cerros es otro mundo, con flora y fauna que pocos conocen o no imaginan que exista en medio del desierto. Si quieren avistar cetáceos o disfrutar de una linda vista de la costa, sí o sí recomiendo el Parque Nacional Morro Moreno. Ambos lugares son áreas silvestres protegidas con una biodiversidad única, que es importante ponerla en valor para protegerla entre todos.
Y ahora, ¿a dónde te escapas cuando quieres pensar?
-Desde antes del boom de avistamiento de pingüinos, siempre me gustó dar vueltas por el muelle. Ahora con la constante presencia de estas aves, paso cada vez que puedo. Es mi lugar fijo de avistamientos y relajo, aunque a veces estresa un poco la suciedad que dejan las personas.
¿Cómo nace la Fundación Humboldti?
-Nace de la necesidad de un grupo de amigos, amantes de la naturaleza, en hacer algo por la protección del pingüino de Humboldt y su entorno. El pingüino es una especie paragua que, al protegerla, automáticamente ya estás resguardando al resto de la fauna que convive con ellos.
Una vez conformada la fundación, comenzó a crecer e involucrar a nuevas personas que tuvieran interés por la conservación. Ahí fue cuando me ofrecieron formar parte de la organización como periodista, intentando posicionarla en todo tema que involucrara a la fauna marina. Tiempo después asumí la presidencia, pero sin dejar de lado las comunicaciones.
¿Qué tan complejo es concientizar a la gente sobre el cuidado del pingüino de Humboldt?
-Con el tiempo hemos notado que las personas están más empoderadas en temas de conservación y de cuidar los pocos espacios naturales que tenemos. Ha ido incrementando esa concientización y la noción de que existe esta especie en nuestras playas, y que debemos cuidarla.
Sin embargo, es complejo que el trabajo que hacemos, no tan solo nosotros, sino que también otras organizaciones, llegue a todos los rincones de la región, porque muchas veces falta financiamiento para poder hacer más labores que tengan un mayor impacto en la comunidad. Creo que la mayoría hacemos malabares entre nuestros trabajos, familias, tiempo de calidad y dedicarse a la conservación.
¿Cuál es tu sueño con este proyecto?
-Espero, algún día no muy lejano, poder dedicarnos de tiempo completo a la protección y conservación del pingüino de Humboldt y su ecosistema. Contar con herramientas que nos permitan agilizar las gestiones de rescate en caso de encontrar especies marinas varadas o enfermas. Poder trabajar de manera articulada con otras organizaciones a nivel mundial, y por qué no, contar con nuestro propio centro de educación y rescate.