Cambios en la religiosidad
Los chilenos se consolidan como una de las sociedades más seculares del continente, cuando hace muy poco se encontraban entre las más conservadoras. Este paree un mundo donde los sujetos coleccionan creencias a su parecer y conveniencia, desechando rápidamente aquello que no les gusta o conviene.
La última encuesta del Centro de Estudios Públicos-CEP- consolida la idea de que los chilenos y chilenas están sufriendo una transformación tectónica en los ámbitos individual y colectivo.
Un ejemplo de lo anterior es lo relacionado con la religiosidad. De ser un país muy cristiano y católico, en particular, los últimos años muestran la enorme migración hacia otras posiciones.
Cuando se trata de religión, el 48% se considera perteneciente a la fe católica, el 31% agnóstico, ateo o sin religión, un como 17% evangélico y el 4% con otra. Y aunque los números anteriores no experimentan cambios significativos respecto de los últimos años, si lo es en relación con las décadas o generaciones anteriores.
Qué ha pasado en las tres décadas recientes? Nada más y menos que la más profunda transformación nacional en poco más de dos siglos de historia republicana, tiempo vilipendiado por la izquierda más radical y hasta cierto punto incomprendida por las coaliciones que le dieron vida: la DC y la socialdemocracia y la derecha.
No es la única ni más importante modificación, por cierto, pero es un ejemplo de cuánto han cambiado las ideas y proyectos de los compatriotas que hoy son caracterizados por su mayor individualismo, aunque también con temor a un mundo y una vida cada vez más ajena, desconocida e incierta.
Es cierto que las congregaciones sufren con la caída de los fieles, pero eso no significa un retroceso de las creencias místicas.
Eso permanece, aunque deberemos acostumbrarnos y advertir que las colecciones individuales de creencias e ideas mezcladas, serán cada vez más comunes y exóticas.
Para algunos será un paso a un politeísmo extraño, para otros, un ejemplo del extravío de una sociedad ajena y muy desconocida.