Redacción

El gran Dyango, con más de 60 años de carrera musical, 54 discos publicados y múltiples reconocimientos en el mundo, es el cantante español romántico más querido y reconocido de todos los tiempos, quién regresa a Chile a encantar con su especial voz y maravillosas canciones, quién será el mejor regalo y experiencia única de show que podrán presenciar en Antofagasta el próximo 11 de noviembre en el Estadio Sokol a partir de las 19 horas.

El intérprete español conocido por sus clásicos éxitos musicales como "Corazón mágico", "Por volverte a ver", "El Primer beso", "Esta noche quiero brandy", entre tantos otros éxitos, regresa con su tour "Dyango forever" visitando por última vez nuestro país.

Su visita contempla visitar el norte, sur y centro de Chile, presentando un show muy especial en cada ciudad, para celebrar la vida, el amor, la familia y un momento especial junto a su querido público chileno.

repertorio

En este concierto, Dyango estará acompañado por todo su staff que viaja por el mundo, desde sus técnicos fuera de escena y en cada escenario se presentará con todos sus músicos internacionales que lo acompañan por años y deleitará a su querido público, con un extenso repertorio cargado de grandes éxitos, y algunas sorpresas musicales especialmente preparadas para Chile, donde lo podrán ver por última vez en un concierto único, con su voz e interpretación tan especial en cada una de sus maravillosas canciones, marcadas de emoción, recuerdos y nostalgia, que siguen encantando a generaciones en cada show.

Además, en esta oportunidad de forma muy exclusiva, este evento cuenta con una entrada independiente al show, para un encuentro "Meet & Greet" exclusivo para conocer y compartir en persona con el artista después de su concierto.

Valores

Los valores de las entradas van desde los $22.990 hasta los $83.880. El "Meet & Greet" tiene una valor de $170 mil más cargo por servicio. Más información de esta entrada en la ticketera correspondiente.

La visita oficial de Dyango por Chile, es producida por Atomik Entertainment, (@atomikcl), y Caro Pro Booking & Management, (@caroproficial), una alianza que nace de la fusión de productores "old school" con más de 35 años de experiencia en el mundo de la música y el entretenimiento a nivel internacional.

Es común volver a determinados libros. Esta vez fue con una obra "Siglo XXI". Una Novela o Autobiografía novelada y, al hojearla, me detuve en el capítulo 21 de sus 63. Leída la obra hace dos décadas, los recuerdos empezaron a acumularse. Hoy (supongo que con la anuencia del autor), lo citaré y sugeriré algunas ideas que nunca están de más en personas juiciosas.

Adentrémonos en el tema y escuchemos con atención a uno de los personajes. Frente al mundo, el pequeño Amos Oz vibraba con su única certeza: amaba "la realidad de las palabras". En consecuencia, "Todo lo que me rodeaba no me interesaba. Todo lo que me interesaba estaba hecho de palabras." Para él, "Toda la realidad no era más que un esfuerzo vano, un flaco intento de imitar el poder del mundo de las palabras."

El inequívoco entendimiento de estas ideas del pequeño, remite a ese tiempo, casi olvidado, en que los mayores: padres, tíos, abuelos…, contaban cuentos a los niños.

En una de sus páginas se dice que… en el extremo de un pueblo pequeño y remoto, vivía un anciano pobre, mudo y ciego. Se llamaba Alleluyev y "era el más antiguo de todos los ancianos del pueblo, del valle y de la llanura: era ancestral, más viejo que la nieve y el propio tiempo."

Un día se supo en el pueblo que en su cabaña, vivía otro anciano. Era Chernichortin que en todo superaba a Alleluyev, más pobre, más sordo, más paralítico y "borrado como una moneda etrusca". Luego de atenderlo en todo de manera diligente, a veces, por las noches se aproximaba para cantarle como se le canta a un niño: "ío, ío, ío, no tengas miedo tesoro mío, ío, ío, ío, no te asustes cariño mío"… Así, con la conciencia de saberse indispensables, "se quedaban los dos dormidos, abrazados, el anciano y su anciano, y en la calle sólo había viento y nieve."

El comentario que surge de inmediato, sólo puede ser el mismo que supera espacios y tiempos. El cuento primigenio es tal, gracias al simple "Para saber y contar, es necesario escuchar".

Pero, no ha de faltar un abogado del Diablo que dirá: Si Alleluyev era mudo. ¿Cómo cantaba? ¡Sí, cantaba! Y la ternura de su melopea o salmodia o sólo el movimiento de sus labios, bastaba para el más grande mensaje de humanidad entre prójimos.

En la oscuridad y en el entendimiento, siempre existe la posibilidad de la iluminación. El cuento, cual constelación de palabras, es portador de esa luz primordial.

El pequeño Amos Oz y su amor por la realidad de las palabras, fue un escritor de renombre y un permanente candidato al Premio Nobel de Literatura, aunque por su condición de gran pacifista, le significó entre los suyos el título de: "traidor". Su obra aquíconsiderada es UNA HISTORIA DE AMOR Y OSCURIDAD (2004) que lleva a sus lectores a Jerusalén y al kibbutz de Hulda. La invitación a leerla, es de libre aceptación.

Osvaldo Maya Cortés. Santiago, 28-IX-2024