Problemas en la educación inicial
El impacto de la falta de acceso a la educación inicial va más allá de los niños. Afecta a las familias. Esto perpetúa un ciclo de desigualdad.
La educación inicial de la Región de Antofagasta sufre una crisis estructural, que amenaza el desarrollo integral de miles de niños y niñas. La educación inicial es la base sobre la que se construye el desarrollo de una persona. Diversos estudios han demostrado que los primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños. Es en esta etapa donde se establecen los cimientos para su futuro aprendizaje, bienestar y éxito. Por eso, el acceso a una educación parvularia de calidad no es un lujo, es una necesidad que debería estar garantizada para todas las familias, independientemente de su situación económica o ubicación geográfica.
Sin embargo, la realidad en la Región de Antofagasta es alarmante. La demanda por cupos en jardines infantiles y salas cuna supera con creces la oferta disponible. Según cifras de la Superintendencia de Educación Parvularia, más de 3.400 niños y niñas están en listas de espera, lo que representa una falla estructural en el sistema educativo.
La falta de infraestructura adecuada y la escasa inversión pública en nuevos proyectos son factores que profundizan este problema. A pesar de los esfuerzos legislativos que se mencionan, como la "Agenda Sala Cuna para Chile", estos avances son todavía incipientes y no logran abordar la urgencia del problema. Además, la falta de coordinación entre actores clave del sistema educativo impide que se tomen medidas rápidas y efectivas. Mientras tanto, las familias deben enfrentarse a una realidad angustiante: encontrar un lugar donde sus hijos puedan recibir la educación que merecen.
En una región con tantos recursos, esto es infame. La principal riqueza de nuestro territorio son las personas y cada infante sin educación, sin posibilidad de desarrollar sus mejores talentos tendrá, en el largo plazo, un impacto negativo inmenso.