China desarrolla 'ladrillos lunares' para la futura construcción de bases en la Luna
Un equipo de investigadores de China desarrollaron 'ladrillos lunares' utilizando materiales que imitan la composición del suelo lunar, un avance que busca facilitar la construcción de una base internacional en la superficie del satélite.
El proyecto, liderado por la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong, Wuhan, bajo la dirección de Ding Lieyun, pudo producir ladrillos con una resistencia tres veces mayor que la del concreto estándar.
El desarrollo se apoya en la tecnología de manufactura aditiva y en robots de impresión 3D capaces de utilizar el suelo lunar como materia prima, informó la agencia estatal Xinhua.
Los científicos probaron varias composiciones del suelo simulado, incluyendo basalto del sitio de aterrizaje de la misión Chang'e 5, así como procesos de sinterización para optimizar los materiales.
Estos ladrillos serán transportados en principio en noviembre a la estación espacial china, la Tiangong, a bordo de la nave de carga Tianzhou 8, donde se someterán a pruebas térmicas y mecánicas en condiciones extremas, evaluando su desempeño ante la radiación cósmica, la actividad sísmica lunar y los cambios bruscos de temperatura.
El primer ladrillo regresará a la Tierra a finales de 2025 para realizar análisis adicionales que permitan validar su comportamiento estructural y determinar su viabilidad para el uso en futuras misiones de construcción en la Luna.
China, en el marco de su programa espacial a largo plazo, tiene previsto comenzar la construcción de una estación de investigación lunar internacional entre 2028 y 2035.
China ha avanzado en su programa lunar con la misión Chang'e 8, que probará técnicas para utilizar recursos directamente de la superficie lunar, como parte de su estrategia para desarrollar infraestructura sostenible en el satélite.
Además, el país ha revelado un innovador traje espacial que combina tradición cultural con funcionalidad avanzada, diseñado para proteger a los astronautas durante sus futuras actividades en la Luna.
En paralelo, científicos chinos desarrollaron un método pionero para extraer agua del regolito lunar calentándolo a más de 1.000 °C, lo que facilitará la construcción de estaciones científicas y la supervivencia en futuras misiones tripuladas.