EE.UU. sigue de cerca apagones en Cuba y Nicaragua culpa al "brutal bloqueo yanqui"
CRISIS. La Casa Blanca informó que le preocupa el "impacto humanitario" de la falta de electricidad.
La Casa Blanca afirmó ayer que está siguiendo de cerca los apagones que ha sufrido Cuba en los últimos días y no descarta proporcionar ayuda a la isla, aunque precisó que el Ejecutivo cubano no ha solicitado asistencia.
En una rueda de prensa, la vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, explicó que la administración está "monitorizando de cerca" la situación energética en la isla.
"Nos preocupa el posible impacto humanitario sobre el pueblo cubano. Como hemos visto en los últimos años, las condiciones económicas de Cuba, derivadas de una prolongada mala gestión de sus políticas y recursos, han aumentado sin duda las dificultades de la población cubana", afirmó.
Jean-Pierre enfatizó además que EE.UU. "no es responsable" de los apagones ni de la situación energética general en Cuba, contradiciendo a las autoridades cubanas, que han culpado al bloqueo comercial que Washington mantiene sobre la isla desde hace más de seis décadas.
La vocera explicó que el Gobierno cubano "no ha solicitado ninguna ayuda hasta el momento", aunque no descartó proporcionarla en el futuro si lo hacen. En caso de que se produjera tal solicitud, detalló, la Administración estadounidense "evaluaría los siguientes pasos más adecuados".
El Sistema Eléctrico Nacional (SEN) de Cuba se encuentra en un estado muy precario por la escasez de combustible -fruto de la falta de divisas para importarlo- y las frecuentes averías en las obsoletas centrales termoeléctricas, con cuatro décadas de explotación y carencia crónica de inversiones.
Los apagones son habituales desde hace años, pero la situación se ha agravado en las últimas semanas. En los últimos días se han registrado jornadas con tasas de afectación máxima superiores al 50%, esto es, momentos en que la mitad del país estaba simultáneamente sin corriente.
Los frecuentes apagones dañan la economía cubana -que en 2023 se contrajo un 1,9%- e impulsan el descontento social en una sociedad afectada por una crisis económica agravada en los últimos años.
También han sido el detonante de protestas antigubernamentales, incluidas las del 11 de julio de 2021 -las mayores en décadas-, las de Nuevitas y La Habana en agosto y septiembre de 2022, y las del pasado 17 de marzo en Santiago de Cuba (este) y otras localidades.
Según indicó este lunes la ONG Justicia 11J, en los últimos tres días se ha registrado al menos 28 protestas menores en siete provincias de Cuba, aunque concentradas mayoritariamente en La Habana, la capital, que ayer tuvo un nuevo gran apagón durante la reposición parcial del servicio, aunque después la mitad de la ciudad recuperó la energía.
Por su parte, Nicaragua responsabilizó a EE.UU. por los apagones en Cuba, condenó "una vez más el bloqueo criminal contra la heroica" isla y expresó su "permanente, firme, militante y coherente solidaridad con el Gobierno y pueblo de nuestra hermana Cuba".
"Estamos ante otra consecuencia directa del brutal bloqueo imperialista yanqui, cuyo interés fundamental ha sido y es crear a las familias cubanas todos los inconvenientes, desde abusos y agresiones en todos los campos de la vida, agravando las crisis que desde hace mas de 62 años han impuesto como mecanismo de dominio y subordinación", señaló el presidente Daniel Ortega.