Luego de casi un día en silencio, Jonathan Velásquez reapareció en sus redes sociales. En la noche del lunes, publicó un video en Instagram, reconociendo su derrota en la reelección como alcalde ante Sacha Razmilic (Evópoli). Dijo que llamó al ganador y que debía preparar el traspaso del cargo. Sobre su futuro, el actual jefe comunal señaló: "Dios elige las cosas (...). Dios eligió por qué yo no voy a continuar de alcalde. Quizás me tiene deparado algo mejor. Lo bueno es que quizás podré viajar, hacer cosas que en tres años y medio no pude hacer, y poder estar tranquilo".

Velásquez quedó tercero en las elecciones. Fue superado por Razmilic y Pablo Iriarte (PC). Pero la cantidad de votos que logró no fue menor. El alcalde en ejercicio contó con 41.291 sufragios a su favor.

Con los comicios resueltos, de a poco comienzan a surgir lo análisis sobre una polémica administración que culminará en diciembre, y una figura que, dicen analistas consultados, no hay que perderle la vista.

El legado

Para Cristian Rodríguez, director del Instituto de Políticas Públicas de la U. Católica del Norte, el legado del alcalde Velásquez pasa por dos dimensiones. La primera es comunicacional, "virtual, más polémica también, enganchaba mucho con un público joven, distanciado de la política, en la cual él cultivó con especial interés. Y yo diría que era su público al cual se dirigía permanentemente. Lo cultivó. Por eso el gatito, un objeto de campaña transversal a muchos sectores, basado en el animalismo".

En ese sentido, Rodríguez dice que esta estrategia dio frutos al jefe comunal, pero no los suficientes para ser reelecto. "Pero no se debería señalar que fue un fracaso, obtuvo 41.000 votos".

En segundo punto, el académico apunta a que Velásquez no será recordado por grandes obras materiales. "No tiene grandes obras que mostrar, o por las cuales la gente de Antofagasta lo recuerde. Más bien fue un municipio que durante todo este periodo se quedó atrás en gestión, que se quedó atrás en proyectos, que no aprovechó la oportunidad de una región con enormes recursos".

Base sólida

Y aun cuando el propio edil manifestó que en el futuro próximo buscaría descansar luego de casi cuatro años a cargo de la Municipalidad, no es raro pensar que Velásquez podría mantenerse en el mapa político local.

El analista político Osvaldo Villalobos fundamenta que este colchón de votos obtenidos lo deja en buen pie para optar a una diputación, aunque tendría que buscar un compañero de lista que sume a una hipotética elección.

No obstante, Villalobos plantea que Velásquez "es una figura que hay que seguirla considerando dentro del mundo político, sobre todo porque si hay algo que demostró la elección es que hay una gran cantidad de personas que votó nulo y blanco que podrían de alguna manera ser atraído por un candidato 'alternativo'".

Aun así, subraya que ese "gran capital está sujeto a cómo termine su periodo. Y, en ese sentido, hay que decir que las señales no son buenas".

Y si bien el cierre de administración es más que problemática, con acusaciones de abandono de deberes en el TER, Villalobos precisa que estos comicios demostraron que, independiente de todos estos problemas, Velásquez cuenta con una sólida base de respaldo.

Disyuntiva

A juicio de Darío Quiroga, analista político en La Cosa Nostra, si bien Jonathan Velásquez subió la cantidad de votantes a su favor, el hecho de que lograra un 19,39% de los votos emitidos resulta bajo para un alcalde en ejercicio. "Es obviamente una evaluación bastante pobre de su gestión municipal", sostuvo.

Quiroga argumenta que existen casos previos en que alcaldes que no fueron reelectos, pero lograron un buen caudal de votos, quedan encaminados para participar en la elección más cercana. En este caso, las parlamentarias. "En un distrito como el 3, donde la comuna de Antofagasta tiene un peso importantísimo, un buen caudal pone al menos un pie en esa elección y en la posibilidad de ser electo".

Pero existe un problema, resalta Quiroga. Comienza ejemplificando con Pablo Iriarte, el segundo mejor votado de estas municipales. "Seguramente uno podría darlo en la papeleta siendo parte de la lista o las listas haga el oficialismo. El problema de Jonathan Velásquez es que generó esta distancia gigante con el mundo político, y lo exacerbó cada vez más".

Con esto, el analista agrega: "La pregunta es, ¿qué partido va a tener el incentivo de llevarlo? Porque si él con esta cantidad votación va como candidato independiente, fuera de lista, sus posibilidades de ser electo son bajísimas. Si va dentro de una lista, manteniendo este nivel de apoyo o más o menos, tiene una posibilidad importante. Pero para eso necesita ser parte de una lista. Y con su discurso, con todo la performance del gato, y del desprecio al mundo político, pudiera ser que no tenga tantos lugares en que lo inviten, salvo partidos muy pequeños, muy disminuidos, por ejemplo, incluso el Partido de la Gente, u otros que tienen un discurso más apolítico. Pero con eso, Jonathan Velásquez dejaría su lugar de independencia total".