EE.UU. elige a su nuevo presidente: Harris y Trump llegan empatados
DECISIVO. Si bien la actual vicepresidenta tiene ventaja en el voto popular, los comicios se definen por la cantidad de representantes que cada candidato consiga por las votaciones en los estados: hay siete que son claves.
Los candidatos a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, Kamala Harris y Donald Trump, llegan a los comicios de hoy empatados en las encuestas y la incertidumbre se dilucidará en siete estados en disputa en los que estarán todas las miradas durante la jornada.
Harris aventaja en voto popular con el 48% a Trump, que tiene el 46,9%, según el estudio que reúne encuestas Five Thirty Eight, lo que pone a la demócrata 1,1 puntos por encima del republicano.
De esta forma se mantiene la tendencia del último mes, con un ligero descenso del apoyo a la vicepresidenta y el expresidente consiguiendo aumentar un pequeñísimo margen su base.
Sin embargo, esta cifra es solo una referencia, ya que en Estados Unidos la elección presidencial se decide de manera indirecta a través del Colegio Electoral, que cuenta con 538 compromisarios o representantes.
Este sistema permite que un candidato pueda ganar la presidencia incluso perdiendo el voto popular, como ocurrió en 2016, cuando Hillary Clinton obtuvo casi tres millones de votos más que Trump, pero este resultó electo al sumar 306 representantes contra 232 de la exprimera dama.
Cada uno de los 50 estados de EE.UU. reparte un número concreto de delegados. Si bien la mayoría de los estados tienen una tendencia clara de voto, hay siete considerados "bisagra" que podrían decantarse por cualquiera de los candidatos: Georgia, Carolina del Norte, Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Nevada y Arizona.
En estos estados las campañas han concentrado su inversión publicitaria y donde los candidatos han dedicado la mayor parte de su tiempo, lo cual se ha reflejado en sus agendas esta última semana.
Ayer Harris pasó el día en Pensilvania, el estado que mañana más necesita ganar, con actos en Scranton, Allentown y Pittsburgh y luego se trasladó a Filadelfia, donde la acompañaron artistas como Lady Gaga, Katy Perry y Ricky Martin.
Mientras Trump recorrió Carolina del Norte, con un acto de campaña en Raleigh, Pensilvania con paradas en Reading y Pittsburgh, y cerró en Gran Rapids, en Michigan.
Muy reñido
La campaña de la vicepresidenta Harris reconoció que la elección será "increíblemente ajustadas" y pidió calma ante el conteo de votos, que espera retrase los resultados finales de las elecciones por varios días.
Jen O'Malley Dilon, la directora de la campaña de Harris, indicó que el equipo demócrata espera ver los resultados "casi completos" del conteo en solo algunos estados la misma noche electoral. Entre ellos, varios estados bisagra: Georgia, Carolina del Norte y Míchigan. Pero espera también que los resultados de Pensilvania, Winsconsin y Arizona y Nevada se retrasen hasta después de mañana.
"Creemos que está carrera va a ser increíblemente reñida, por lo que es posible que no sepamos los resultados finales de esta elección durante varios días", subrayó O'Malley, y añadió que "estamos concentrados en mantener la calma y la confianza durante este periodo".
Mientras desde el bando republicano, Nikki Haley, quien se enfrentó a Donald Trump en las primarias por el liderazgo del partido para las presidenciales, dio una mano de última hora a su rival de antaño con un artículo firmado en el diario The Wall Street Journal titulado: "Trump no es perfecto, pero es la mejor opción".
Haley admite que Trump, en un segundo mandato, hará cosas que le disgustarán, a lo que responde que ningún político es infalible, pero "en lo referente a impuestos, gastos, inflación, inmigración, energía y seguridad nacional, Trump es claramente la mejor opción".
Más de 75 millones de votos emitidos
Más de 75 millones de personas emitieron su voto de forma anticipada en las elecciones de Estados Unidos, lo que representa más del 48% del total emitido en las elecciones presidenciales de 2020, cuando votaron 154,6 millones de estadounidenses. "Ahora el día de las elecciones se ha convertido solo en el final de la votación", dijo a The Washington Post Barry Burden, director del Centro de Investigación Electoral de la Universidad de Wisconsin en Madison sobre esta costumbre que se popularizó en pandemia.