Acuerdo UE-Mercosur desata duras críticas en Europa
ESCENARIO. En Francia desató el rechazo de las fuerzas políticas y de los agricultores, a lo que se sumó la exigencia de más garantías por parte de Italia.
El acuerdo de la Unión Europea (UE) con Mercosur recibió el rechazo de varios países del club comunitario y sectores productivos como el agrícola, que anuncian para mañana lunes movilizaciones de protesta contra el mayor pacto comercial del globo.
El sexto día de su segundo mandato, la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, voló a Montevideo para sellar un acuerdo "verdaderamente histórico" con el bloque Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) tras casi 25 años de negociaciones, pero acogido de forma muy desigual por Francia y Alemania, los tradicionales "motores" de la UE.
Con un fuerte peso de su sector agrícola, Francia se opone férreamente al acuerdo y, sin distinciones entre partidos políticos, lo ve como "un puñal en la espalda" y una "traición" por parte de Von der Leyen, mientras que Alemania lo acoge esperanzada por el balón de oxigeno que pueda suponer para su sector industrial en decline, en especial el automovilístico.
La Comisión Europea, que tiene la competencia de negociar en nombre de los Estados miembros, presiona para estampar la firma final al acuerdo de asociación de mayor alcance del mundo, con una población combinada de más de 700 millones de personas, ante el temor de que China, que ya ha expandido su presencia e inversiones en la región, se adelante al bloque comunitario.
Y sin olvidar que Bruselas se prepara para la segunda presidencia del republicano Donald Trump en Estados Unidos en enero próximo y una posible nueva política de aranceles, que avanzó en su campaña.
Dos bandos en la UE
En el bando de Francia se sitúa Italia, cuyo gobierno ya advirtió de que no firmará el acuerdo con Mercosur a menos que incluya mayores garantías para los agricultores europeos. Polonia y el parlamento neerlandés, entre otros, también están en la misma línea.
En la onda de Alemania se sitúan España y Portugal, entre otros. El presidente español, Pedro Sánchez, dijo que servirá para tender un "puente económico" sin precedentes entre Europa y América Latina, mientras que el jefe de Estado portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, añadió que "representa una oportunidad única para las empresas y la economía de ambos lados del Atlántico" y pidió su ratificación.
Esta división de pareceres entre Alemania y Francia, los dos países más grandes e influyentes del club comunitario, amenaza con fragilizar los cimientos de la Unión Europea.
Y esto en un momento, además, en que las elecciones legislativas alemanas están a la vuelta de la esquina (23 de febrero) y el presidente francés, Emmanuel Macron, busca un sucesor para el conservador Michel Barnier al frente del Gobierno, tras caer tres días atrás por una moción de censura.
En un mundo marcado por tensiones geopolíticas y con tentaciones proteccionistas, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, decidió reservar el tiempo de la comida de la primera cumbre europea que organiza el 19 de diciembre para debatir con los líderes europeos sobre el papel de la UE en el mundo y "del comercio en el fomento de la prosperidad para ambas orillas del Atlántico".
Será, por tanto, la primera oportunidad que los líderes europeos tendrán para confrontar cara a cara sus posiciones sobre el acuerdo UE-Mercosur, que tiene que obtener el visto bueno del Consejo de la UE, del Parlamento Europeo y, quizás, de los Parlamentos nacionales.