Quererla y soñar con ella
LA REGIÓN QUE SOÑAMOS. Aníbal Chamorro, gerente Asociación Industriales de Mejillones.
"Debemos agradecer todos estos avances, dejar de renegar de nuestra actividad económica industrial y minera que nos ha permitido ser lo que somos, aceptar lo que somos y enorgullecernos de eso". Aníbal Chamorro gerente Asociación de Industriales d e Mejillones
Antes de describir la manera en cómo sueño a nuestra querida región de Antofagasta, considero es pertinente parar y dar gracias por la región que hoy tenemos, dotada siempre desde sus inicios de las bondades de la naturaleza y bendecida constantemente por la mano de Dios.
Dar las gracias a tantas personas que poblaron estas tierras inhóspitas, difíciles por su clima, por su falta de agua, oscilaciones térmicas, aluviones, tsunamis, etc. A todos los antepasados que la poblaron, a todos los que la consiguieron con su sangre, y a todos los que la trabajaron y fueron domesticando poco a poco a estas tierras extremas, fieras por su clima, que, pese a su lejanía y condiciones complejas para asentarse, nos regalan tanta riqueza, como si fuese un contrasentido de la vida.
La riqueza de esta región, de sus tierras de sus minerales, de sus cielos, de sus playas, montañas hizo que estas personas con su visión y esfuerzo buscaran riqueza escondida, paso a paso venciendo adversidades y obstáculos fueron poblando, conquistando, y desarrollando nuestra región. Hoy tenemos mucho de lo que antes sólo soñábamos: Agua de mar como agua potable, mejores condiciones de salud, grades empresas mineras, e industriales, puertos, carreteras, y un futuro promisorio que nos sigue regalando la bendecida naturaleza del desierto.
Hoy podemos decir, que tenemos todo para quererla y soñar con ella y aceptar el futuro promisorio que esta bendecida tierra nos continuará entregando.
Este sueño de región comienza por entender y aceptar su pasado, su historia. La riqueza que hoy nos continúa entregando y prometiendo esta tierra dará sus frutos, que emanará principalmente de los talentos que cada habitante que se encuentre en ella entregue no sólo en la búsqueda de un bienestar personal, sino a través de su servicio con esta región para continuar con la construcción de condiciones necesarias para su desarrollo.
Cada talento cada capacidad de aquellas personas que vienen a trabajar y desarrollar esta tierra sólo contribuirán al desarrollo regional, si se coordinan, si nos entendemos entre nosotros, entre los que están y los que llegan, sólo así se concebirá un desarrollo humano entre su gente, el que será base de un genuino desarrollo económico de futuro, más amplio que el que se ha logrado ir construyendo hasta hoy.
El diálogo, los acuerdos que son frutos de él, la colaboración para ejecutar dichos acuerdos, son vitales para alcanzar este desarrollo económico, para lograr esto debemos explotar nuestros talentos, ponerlos a disposición, coordinarlos, tener personas educadas, que con sus valores, conocimientos y experiencias miren a un bien común de región, sólo esto permitirá alcanzar un desarrollo económico estable y sostenible, con la riqueza natural que esta tierra nos ha regalado y nos continuará regalando. Sueño con la construcción de un capital humano de primer nivel dispuesto al servicio y a generar acuerdos y luego a colaborar entre sí para la ejecución de dichos acuerdos.
Sueño con que las personas que vengan a la región busquen no sólo una oportunidad económica a través de su trabajo, sino que junto con eso encuentren sean parte de la construcción del desarrollo humano que les permita quedarse y proyectarse desde este lugar al mundo. En la región de los sueños, no caben los egoísmos, los intereses particulares, las coartadas o acuerdos entre pocos, echarle la culpa al de al lado, criticar sin aportar, ganar económicamente sin invertir en nuestro desarrollo humano. Lo anterior es una mirada de corto plazo y no nos conducirá a ninguna parte.
Sueño que nuestras distintas actividades industriales que hoy son partes de la cadena de valor de la gran minería (energía, logística, puertos, construcción, desalación, y otras industrias que se han venido desarrollando y consolidando este último tiempo) se desarrollen y lleguen convertirse en industrias modelos, siendo eficientes, productivas, seguras y sostenibles en su proceso de consolidación. Tener industrias modelos de primer nivel, productivas, seguras, innovadoras, será también el resultado que permitirá alcanzar un anhelado desarrollo económico virtuoso.
Hoy nuestra región, gracias al esfuerzo de muchos, y al de nuestra actividad industrial minera, ha logrado vencer grandes dificultades del pasado, la nueva gestión del agua proveniente del mar, la que siempre nos fue escasa, nuestra carreteras que nos conectan, nuestros puertos que nos abren la mundo, nuestras universidades e institutos técnicos que nos preparan la base de nuestro capital humano, nuestro comercio, supermercados, liceos, escuelas, colegios, entretención aeropuertos, playas, nuestro actual modelo de innovación y nuevos institutos de tecnologías que se vienen concretando poco a poco gracias al desarrollo económico de la región. Nuestras estrategias diseñadas Ad - hoc y entre todos son instrumentos, entidades y estructuras que nos habilitarán el desarrollo anhelado.
Debemos agradecer todos estos avances, dejar de renegar de nuestra actividad económica industrial y minera que nos ha permitido ser lo que somos, aceptar lo que somos y enorgullecernos de eso.
Coordinarnos, dialogar con altura de miras y buscar acuerdos comunes que luego se ejecuten colaborativamente y nos permitan alcanzar un nuevo y distinto desarrollo que hoy tenemos, aprendiendo de nuestros errores y experiencias. Esto es la gran base para conseguir un nuevo desarrollo, que sea acompañado de un desarrollo humano, que finalmente es lo que permitirá que alcancemos un desarrollo sostenible.
Nuestra región ha sido parte importante del engranaje del desarrollo económico del país los últimos 30 años, pero debemos estar conscientes que seguiremos siendo parte de este engranaje, por muchos años más. No es un imposible, es cosa de mirar lo logrado, aprender de nuestras experiencias, y no renegar lo que somos en esencia.
Generar nuestro capital humano que nos impulse y nos permita construir la región modelo que soñamos, un desarrollo sostenible como base. Vamos por la construcción de una nueva región, demos un nuevo salto, sin dejar usar nuestras experiencias y de agradecer lo que ya se ha logrado. f