"Los lugares de mi infancia siguen y
Loreto Godoy Reyes nació en Calama el 16 de junio de 1981, pero su historia de vida comenzó en la oficina salitrera María Elena, donde llegó siendo una bebé junto a su madre.
Vivieron en una casa ubicada en la calle Antofagasta #1050, donde creció junto con el amor de sus abuelos paternos, Ruth Ugarte (nacida en la salitrera Pampa Unión) y Ernesto Godoy, un copiapino que llegó a la pampa a los 12 años.
Su abuelo, conocido como 'Chino Godoy' fue un ícono deportivo y músico (miembro del legendario grupo Norte 6). Su legado trascendió la cultura y el corazón de la comunidad.
María Elena fue más que una salitrera para ella: fue una escuela de vida. Los vecinos formaban una gran familia: celebraban cumpleaños, Navidad y Fiestas Patrias en la calle, compartiendo, jugando y riendo.
Hoy, Loreto Godoy es madre, tía, ingeniera de Sernageomin y emprendedora. Junto a su hija, lidera el primer salón de belleza integral de la comuna.
¿Qué experiencias marcaron su paso por la pampa?
-La pampa me enseñó que el esfuerzo no es una opción, sino un estilo de vida. Ver a mi abuelo, padre y tíos trabajar bajo el sol inclemente, con las manos agrietadas, pero con la dignidad intacta, fue mi primera lección de resiliencia. También atesoro la figura de las mujeres pampinas: mi abuela Ruth, líder social, y mi madre, que me crió con mucho sacrificio. Gracias a ellas hoy formo mi propia familia en base a sus enseñanzas y pilares fundamentales de la vida.
Sin embargo, la experiencia más profunda fue convertirme en madre allí. Criar a mi hija en ese mismo escenario de lucha me hizo entender el círculo virtuoso de la pampa: los hijos heredan no solo carencias, sino la fuerza para transformarlas. Allí aprendí que la felicidad no depende de lo material, sino de los lazos que construyes.
¿Crecer en la pampa forjó tu carácter?
-Sí, absolutamente. La pampa no regala nada, todo se gana. La vida era difícil donde un juguete o ropa nueva era un lujo. Esto me hizo agradecer lo pequeño y luchar por lo grande. Los pampinos somos como el caliche: duros por fuera, pero llenos de riqueza interior.
En la pampa no había espacio para el egoísmo. Si un vecino enfermaba, todos ayudaban. Si una familia necesitaba ayuda, todos apoyábamos la causa. Eso me enseñó empatía y responsabilidad social, valores que hoy aplico en mi trabajo formando equipos.
¿Cuáles son sus recuerdos de esos años?
-Dentro de tantos recuerdos hermosos, como la familia y los grandes amigos de vida, está la etapa de estudiante, donde nos formaron grandes líderes de la educación. Profesores que amaban su profesión, quienes siempre nos apoyaban y nos re-instruían para ser mejores en el mundo. Eran el complemento perfecto y ejemplos de vida para todos nosotros, los pampinos, Fueron personas pampinas que nos demostraban que sí se podía ser mucho más y salir a buscar mejores expectativas de vida.
¿Qué lugares marcaron su paso por 'María'?
-Los lugares de mi infancia en la pampa siguen vivos en mi memoria como escenarios de una felicidad sencilla, pero profunda. El estadio de fútbol, con su tierra polvorienta y galerías llenas de gritos de ánimo, era nuestro templo deportivo. Cerca estaban la plaza, con sus bancos gastados y árboles que daban sombra escasa, y sus típicos patos de madera que albergaban nuestras risas mientras jugábamos. La iglesia, más que un recinto religioso, era el corazón de nuestra comunidad, donde las catequesis se mezclaban con abrazos entre vecinos. Las piscinas llamadas bateas y cómo olvidar el río de María Elena, donde las familias nos reuníamos los fines de semana para combatir el calor compartiendo comida, historias y baños que parecían interminables.
¿Algún pampino fue su ejemplo?
-Mi abuelo Ernesto Godoy fue un gran ejemplo de vida, dejando importantes legados tanto en el ámbito personal como en la música y la cultura. También fueron fundamentales, mis tíos como yo les decía, que eran los hermanos de mi abuela: Hilario Hiche y Jorge Hiche, destacados seres humanos y profesores.
Mi abuela, por su parte, fue una pampina que realizó un gran aporte social a la comuna en aquellos años. También mi padre y mi tío. Si tuviera que nombrar a todos los que influyeron en mi vida, realmente me faltarían palabras.
seguirán vivos en mi memoria como
escenarios de una felicidad profunda"
Loreto Godoy Reyes: